Que los artistas hagan shows privados no es nuevo. Adele canta en matrimonios, cobra 1.500 millones de pesos y nadie le dice nada, pero JLO se las mandó.
 
La artista tuvo la brillante idea de ir a presentarse con bailarines, escenografía gigante y show de luces a la celebración del cumpleaños del Presidente de Turkmenistán, Gurbangulí Berdimujamédov, y cobrar más de 500 millones de pesos por el show. El problema es que ella no sabía que estaría cantando para ése Presidente, y tampoco de la realidad del país en el que se encontraba.

En Turkmenistán, que es un país que queda cerca Rusia, existe un regimen de gobierno muy duro y estricto que es férreamente criticado por distintas organizaciones de Derechos Humanos. Por eso, cuando la Human Rights Foundation (HRF) salió a criticar la aparición de JLo, la artista no tuvo otra opción más que pedir disculpas. 

¿Le pasa por ignorante? En realidad es culpa de sus encargados y de su manager que la mandan a exponerse de ése modo. ¿Tú que opinas?