El 35% de los chilenos prefiere ver una serie a juntarse con amigos

¿Te pasa que no puedes dejar de ver el siguiente capitulo disponible cuando estás viendo Netflix? ¿O que prefieres quedarte en la casa viendo una serie en vez de compartir con tus amigos?

Según el académico e investigador de la Facultad de Comunicaciones UC, Daniel Halpern, esto es catalogado como una adicción. 

Halpern fue parte del estudioThe Netflix Way of Life: Cómo el consumo de series está afectando la vida de los chilenos”. La encuesta, focus group y publicación hecha la Facultad de Comunicaciones de la Universidad Católica y junto a la agencia MediaInteractive y el think thank Tren Digital, indagó en los cambios que ha generado el impacto de la plataforma de streaming Netflix en nuestro país.

Halpern compara la importancia de una pulsión vital respecto a un ceremonial de ver maratones de series en TV.

Según este estudio, «tener sexo y el tiempo dedicado a ver series son cifras casi equiparadas”, explica.

El 38% de los jóvenes ve cerca de 2 ó 3 maratones al mes y reconocen invertir hasta 6 o más horas seguidas viendo el contenido disponible en Netflix. Dentro de los encuestados, algunos reconocen sufrir sentimientos de culpa (30%) luego de dedicarse sus jornadas a esto, mientras que otros se manifiestan derechamente arrepentidos (18%).

Un 79% de las parejas que viven juntas y ven series de Netflix, asegura que pese a compartir el mismo espacio, ven series diferentes y lo consideran parte de la rutina a la que se entrega “cuando no encuentra otra cosa que hacer en pareja”.

Asimismo, el 22,6% considera que su vida de pareja se ha tornado más monótona debido a que pasan mucho tiempo viendo series y un 21,6% ha preferido quedarse viendo series antes que salir con sus parejas. Un 33% de los encuestados asegura que mentalmente compara a su pareja con los personajes de sus series favoritas.

Por su parte, un 35,4% ha preferido ver una serie que pasar tiempo con amigos, lo que a juicio de Halpern no es tan terrible en el caso de los adultos, que ya pasaron por un periodo de sociabilidad. El problema se da cuando la situación se repite en niños y adolescentes, ya que destinar tiempo a series “estaría robando espacio de sociabilidad común” a los menores.

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