¿Cómo terminar una relación sin causar TAAANTO DAÑO?

Nunca es fácil terminar una relación, eso es algo que hay que dejarlo claro. No hay tips totalmente efectivos, ni terapias para evitar que al menos uno de los dos sufra. 

Pero, ¿Qué pasa cuándo eres tú al que le toca provocar el dolor? 

Aquí te damos algunos puntos que deberías considerar al darle término a la relación y así dañar al otro lo menos posible. 

1. Tómate tu tiempo

Tomarse el tiempo necesario para tomar la decisión, pero dentro de unos márgenes adecuados, para dar el paso y exponer a la otra persona nuestra decisión o preocupaciones, quizás nos precipitamos a veces por una discusión o no intentamos poner en marcha recursos para solucionar problemas y esto nos lleva a hacer las cosas rápido, mal y de una forma más dañina.

2. Sé sincera, con todas las consecuencias

No dar señales erróneas si ya nos ronda en la cabeza que la relación que mantenemos no es del todo lo que esperábamos o podría mejorar en muchos aspectos. Muchas veces por miedo a hacer daño o a no llevar la contraria ponemos por delante la sensación de satisfacer al otro y no dejamos ver nuestros puntos en contra con cómo van las cosas, detalle que nuestra pareja tiene todo el derecho a saber pero ninguna obligación de adivinar.

3. Una vez decidido, no des marcha atrás

Hay que ser claro, sincero y consecuente una vez tomemos la decisión, debemos pensar bien en todo lo que conlleva abrir la veda de comentar con nuestra pareja que no estamos bien en la relación por el motivo que sea ya que esto dará lugar a inseguridades y temor por la otra parte, cuanto más claros seamos y menos tiempo dure esa duda más protegemos a esa persona de que sufray de pasarlo mal nosotros mismos.

4. No uses frases hechas

Elegir siempre la sinceridad y el respeto como vía para exponerle a nuestra pareja que queremos romper esa relación, mostrar empatía, no usar las típicas frases (“no eres tú, soy yo, “no es justo para ti”, …), tenemos que ser concisos y claros, plantear los motivos por lo que la balanza ya no tiene resultado positivo y con ello hacerle llegar los razonamientos que quizás la otra parte ni se había planteado y le pueden llegar a ayudar en futuras relaciones.

5. No lo dejes pasar

No esperar a que la otra persona se de cuenta por miedo o inseguridad, es mucho más doloroso dejar que una relación se muera porque se nota tu desinterés. Si es así sembraremos muchas más dudas y el momento definitivo de dejarlo será más duro para ambos, exponer las dudas o los sentimientos siempre debe ser una prioridad no algo de lo que escapemos por no saber cómo manejarlo.

6. Asumámoslo, habrá sufrimiento

Por último es muy importante quitarnos de la cabeza la falsa expectativa de “no hacer daño”, siempre lo haremos, como nos lo estamos haciendo a nosotros mismos. Dejar una relación y darnos cuenta de que los caminos entre dos personas, aun poniendo todo de nuestra parte, se bifurcan siempre es duro. Podremos tener todo el cuidado del mundo y con ello proteger al otro y nosotros mismos, pero el sufrimiento siempre vendrá en menor o mayor medida de la mano de la sensación de que estamos tomando una decisión que esperamos sea la correcta y puede que no sea por el bien de los dos sino sólo del nuestro propio, motivo más que de sobra para no alimentar una relación en la que no estaremos al 100%.Una ruptura nunca es fácil y, aun siendo tú la que decide poner fin a la relación, también lo pasarás mal. Superarlo es cuestión de tiempo. Intenta pasar tiempo con tus amigas, salir, despejar la mente, ir al cine, de compras…

Contenido patrocinado