Esta semana se descubrió en los medios el fanatismo que se tiene por un nuevo juguete que ha llegado a Chile. Se trata del Fidget spinner, un aparatito que rueda mecánicamente gracias a una tuerca y la habilidad del jugador. Un inocente aparato que por lo visto esconde un peligro que debe alertar a los padres.

El sábado 13 de mayo, Kelly Rose estaba conduciendo mientras Britton estaba sentada en el asiento trasero del auto jugando con su Fidget Spinner tras pasar un día en la piscina. De pronto comenzó a escuchar ruidos extraños como de arcadas que provenían de donde estaba la pequeña.

Cuando se volteó a mirar se dio cuenta de que su hija estaba con la cara muy roja, haciendo arcadas y babeando. Detuvo el auto e intentó hacerle la maniobra de Heimlich aunque nada le resultó.

Britton aún podía hablar así que le explicó que se había tragado una de las tuercas de su Fidget Spinner. Completamente desesperada, Kelly llevó a su hija a urgencias, pero los médicos no pudieron descubrir si la pieza se había atorado en su esófago o en sus vías respiratorias.

Es así que tuvieron que conducirla hasta el hospital de niños de Texas. ‘El doctor estaba fascinado…esa misma mañana había conocido la existencia de los Spinners cuando estaba en el mall con su hijo, así que le sorprendió enfrentarse con un caso tan solo unas horas después’, contó Kelly.

Rápidamente le hicieron una tomografía y notaron que la tuerca estaba en su esófago. Para removerla, tuvieron que sedar a la niña y hacerle una endoscopía. Por suerte, Britton no se asfixió y logró sobrevivir.