Ya sabemos muchos clichés sobre la PSU, que no define tu futuro y bla bla bla. Sin embargo, cuando es a ti a quien no le fue bien y sientes esa presión social que nace desde tu mamá, tus tíos y tu abuelita preguntándote “qué hará este año mi amor”, como que baja la lata…
Fíjate que en Alemania, los jóvenes al terminar el colegio están “casi” obligados a irse de viaje por el mundo, ya sea haciendo un voluntariado, aprender un nuevo idioma, trabajar o sólo salir del país. De esta manera el país amante de la cerveza piensa que al volver de ese año sabático, hombres y mujeres serán más maduros para tomar la decisión de la carrera que estudiarán en la universidad y por ende, lo que quieren hacer el resto de su vida.
Una idea bacán, ¿no? En Chile también puedes hacerlo, y existen formas muy –pero en serio muy- económicas para lograrlo, y otras que no lo son tanto.
Voluntariados: Alemania, Estados Unidos y otros países más, ofrecen pagar tu estadía durante un año, a cambio de que realices voluntariado. Hay diferentes programas dependiendo del país que escojas. Acá sólo debes fijarte en si ya hablas otro idioma, o si quieres aprenderlo mientras vives con gente local.
Au Pair: En Latinoamérica no es muy conocido, pero este trabajo (mayoritariamente para mujeres) es súper común en todo Europa y en Norteamérica. Se trata de ser babysitter puertas a dentro, a cambio de un sueldo, casa, alimentación y aporte económico para aprender el idioma del país donde te encuentres.
¿Te animas?