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GENERACIÓN DIGITAL: CUANDO LAS REDES SOCIALES SE TORNAN TU VIDA

Hasta hace diez años nos comunicábamos por Messenger y SMS sin ningún problema. Luego la evolución de la tecnología de la mano con el Internet, hicieron que pudiésemos tener Messenger, Fotolog, Juegos y más en sólo una plataforma: Facebook. Luego fueron apareciendo Whatsapp, Instagram y Snapchat, que son las más conocidas y usadas en el mundo.

En el último mes, Instagram sin razón aparente ha decidido unilateralmente cerrar perfiles de actores, deportistas e influenciadores. Más allá de lo cuestionable en el actuar de la red social, podemos dar cuenta de lo mucho que afecta el bloqueo de las cuentas a sus usuarios. Tan así, que algunos han llegado a publicar vídeos en Facebook llorando para que los ayuden a recuperar sus cuentas que superan los 100 mil seguidores.

¿Trabajo? ¿recuerdos? ¿anécdotas? ¿Cómo las redes sociales pueden afectar tanto en la vida de una persona? O, mejor dicho, ¿por qué?

Hasta donde sabemos, solo es Youtube quien entrega una remuneración a los usuarios que cumplen con un mínimo de seguidores, visitas por video y visualización completa (pues esto le genera venta de publicidad a la plataforma). Por el contrario, Instagram no. Es sólo una vitrina fotográfica, donde muchos han sabido sacar provecho para conseguir ser un ejemplo a seguir, y que así, marcas se interesen en ofrecerles canjes o pago por publicaciones. Eso sí, no existe a nivel nacional alguien que viva sólo del trabajo en Instagram. Llámemoslo mejor, un buen pituto.

Yendo un poco más allá, -y aquí me detengo dándole las gracias a los cupones de descuento- ¿quién guardaría sus “recuerdos” en una red social? ¡Estás a un clic de borrarlo! Mejor imprímelos, date el tiempo de crear algo valioso para ellos, donde no tengas que depender de tu conexión a Internet o plan de datos para poder acceder a ellos.

La Royal Society of Public Health y la Universidad de Cambridge realizaron el año pasado un estudio con más de mil 500 jóvenes entre 14 y 24 años, para conocer el posible impacto que tienen las redes sociales sobre sus actitudes y comportamientos.

En este se concluyó que es Instagram la más perjudicial para los jóvenes, pues afecta negativamente en la autoestima -sobre todo en mujeres-, pues obliga a mostrar una perfección en la imagen corporal. Generando trastornos en el sueño, ansiedad, depresión y angustia al no ser parte de eventos sociales y una vida que desde la pantalla aparenta ser ideal.

Además, se determinó que los jóvenes que están más de dos horas al día en Instagram, Twitter o Facebook, tienen más posibilidades de sufrir problemas de salud mental, pues su personalidad varía entre la realidad y lo que buscan reflejar.

La era digital llegó, es verdad y no podemos hacer nada -lamentablemente- para evitar que siga dando pasos agigantados en el aumento de la comunicación a través de una pantalla. Pero cuando llega al punto de afectar tu día a día, de que tengas que pedirles a tus familiares, amigos, cercanos, conocidos y desconocidos, que te ayuden a recuperar un perfil, debes preguntarte cuán importante es para ti el trabajo real que puedes producir, los recuerdos qué sin darte cuenta, podrías haber generado día a día si no estuvieses tan pegado a tu teléfono.

No dejes que una red social se coma tu energía y tu vida. Y por si alguna vez lo creíste en esta frase: “si no lo publicas, no pasó”. Tranqui, es más falso que el cuerpo de Kylie Jenner.

 

 

 

 

 


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