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¿Por qué las discusiones por WhatsApp nunca llegan a buen puerto?

¡Que lance la primera piedra el que nunca ha discutido con alguien por whatsApp!

Esta aplicación es una de las cosas más lindas -y terribles a la vez- que nos ha pasado para mejorar los canales de comunicación a distancia, o no tanto, pero es más cómodo…

Por medio de una pantalla es mucho más fácil desahogarse y hablar las cosas, porque psicológicamente tu cerebro no asimila a un teléfono como la persona con la que estás hablando. Es por eso, que cuando nos enfrentamos a lo que pareciera un mensaje mala onda, serio, antipático o pesado, lo primero que hacemos automáticamente es defendernos: ¿te pasa algo? ¿tienes algún problema? Son las preguntas que ha detonado miles de discusiones entre parejas, amigos y grupos de wpp familiares.

Todo esto, porque como sólo estamos enfrentados a una pantalla, perdemos la sensibilidad y respeto hacia los otros, expresándonos mucho más sin filtro, que como lo haríamos en vivo y en directo con esa persona.

Leemos y recepcionamos cada mensaje según nuestro estado de ánimo, y dándole una importancia casi imprescindible a la presencia o ausencia de emojis -y depende de cuáles, obvio-.

Además, este tipo de discusiones es lo que en lenguaje le llaman la conversación de los sordos: Hablar y hablar sin detenerte a escuchar a la otra persona. Pues en este momento lo único que vale es que tu argumento sea más fuerte y punto.

¿Cómo evitar llegar a ese punto?

Cuando sientas que la persona con la que estás hablando se está tomando las cosas de mala forma, ¡mándale un audio! Es la mejor manera que tienes para expresarte sin que te malinterpreten. Tu tono de voz es fundamental para calmar la situación.

Y si ya estás inmerso en una discusión, acuerda una cita o una llamada por teléfono, pues whatsapp no es la vía idónea para arreglar un malentendido.

Ahora, si eres tú el que no está siendo lo suficientemente claro, y provocas sin quererlo a la otra persona, intenta escribir el mensaje de la manera que quieres que lo interpreten, pues no es lo mismo un “¡Hola!” o un “Holaaa :D” que un aburrido y cortante “hola”.

En otras situaciones como los típicos grupos de WhatsApp de trabajo (¿A quién se le ocurrió esa estúpida idea?), si tu jefe o uno de uno de los colegas se pone impaciente. Sólo silencia el grupo por un año y cuando los veas, resuelves las dudas. Explícales que es tu teléfono personal, y no es un vía oficial para tratar temas de pega.

 

 

 


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