Tras dos años de constantes rumores de inestabilidad en la pareja, acallados por los nacimientos de sus dos hijos, la cantante presentó este martes la demanda de divorcio en un juzgado de Los Angeles. Britney ha pedido la custodia de los dos niños.

Dos años es lo que ha durado el matrimonio de Britney Spears y el bailarín Kevin Federline. Una relación de pareja aireada hasta el delirio por los medios de comunicación, eso sí, en no pocas ocasiones con el consentimiento de la pareja que incluso llegó a prestarse a participar en 2005 en el reality show Chaotic, donde se incluían vídeos caseros que mostraban la vida privada de los dos artistas.

En las últimas horas los rumores de separación se habían agudizado, al aparecer Britney por sorpresa en el programa de televisión de David Letterman. Los expertos observaron que no llevaba su anillo de casada y las revistas del corazón informaron el martes de que no había estado en la fiesta de lanzamiento del primer disco de Kevin, Playing with fire, en Nueva York. Estos indicios han resultado ser más significativos de lo que parecía y ayer martes la cantante presentaba la demanda de divorcio ante el Tribunal Superior de Los Angeles.

Britney Spears aún no ha hecho declaraciones sobre el asunto, aunque se ha informado que no reclamará pensión de manutención a su futuro ex marido. Eso sí, ya ha solicitado la custodia única de sus dos hijos con Federline: Sean Preston, de un año, y James Jayden, que nació el pasado 12 de septiembre.