Cincuenta líderes religiosos pidieron ayer martes al cantante Bono (U2) suspender la comercialización de un video juego que simula una invasión a Venezuela con el propósito de matar a un supuesto tirano. Bono es uno de los seis inversionistas de Elevation Partners, firma que aportó 300 millones de dólares a Pandemic Studios, creador del juego, que se espera llegue a las tiendas este año.

Según la nota de la Red de Solidaridad con Venezuela en Estados Unidos, el jugador se convierte en líder de un ejército mercenario que invade al país sudamericano. La descripción del juego indica que un tirano obstaculiza el suministro de petróleo y desencadena una invasión, «Pero para ti, una crisis internacional significa otra cosa: Tú eres un mercenario y te beneficias económicamente del caos.»

Entre las armas disponibles para destruir a Venezuela los jugadores cuentan con un misil nuclear guiado por satélite. La comunicación precisa que la carta fue firmada por líderes católicos, protestantes, judíos y musulmanes opuestos al estilo violento y realista del juego. «Creemos que tu conexión con este juego disminuye tu imagen como un defensor de los derechos humanos», puntualiza la misiva dirigida a Bono