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Por qué no tienes que leer Doctor Sleep, cabra chica

-¿Tiene Doctor Sueño?

-Sí, por acá.

No sé por qué seguí a la preadolescente y al vendedor hasta el estante de novelas de terror. Mentira, sí que lo sé. Como fan número uno de Stephen King, me llamó muchísimo la atención que alguien de 14 años (¿o tenía 11?) se interesara por ese libro. Quizá la juventud prepuber esté cambiando.

La portada de Doctor Sueño tiene a una mujer con sombrero de copa en tonos rojos y envuelta en un humo casi transparente. Una tapa que, mientras leía, revisaba y revisaba para hacerme la imagen mental de la aterradora (?) antagonista. Mientras la niña leía la contraportada, me acerqué.

-¿Te gusta Stephen King?

Me miró de pies a cabeza y se detuvo en los ojos deformados de Jim Morrison estampados en mi polera.

-No- dijo.

-No.

-¿Y por qué te lo vas a comprar?

-Porque me gusta lo sobrenatural.

Le faltó añadir un «dha» para hacerme sentir fuera de lugar. Creo que si no hubiésemos estado en un lugar público, me hubiese abalanzado sobre ella y su tierna adolescencia.

Pero no.

La miré y le pasé un Divergente, de Verónica Roth. Con eso tendría para comprarse las tres secuelas siguientes y vivir feliz con su estilo «sobrenatural». Antes de irme, le pregunté si había escuchado de El resplandor, Pet Cementary, Carrie, Apt Pupil, It, Cujo y me puse a pensar en las ganas de patearle el culo ahí mismo. ¿No entiende que Doctor Sueño fue uno de los libros más esperados desde que Stephen King lo anunció en 2009? Y más: cuando en 2012 nos hizo votar a todos sus fans en su sitio web por si preferíamos que escribiera la continuación de Torre Oscura o El resplandor. ¿Será que esta generación ni siquiera sabe quién es Stanley Kubrick?

Está bien no haber leído el libro. Ok. Te lo compro. Pero no tener idea de la película donde Jack Nicholson aterra a un niño de 5 años por los pasillos de un hotel, justo en el medio de la nada, y esa escena donde llega a la puerta del baño y la rompe con un hacha para matar (¡por fin!) a su histérica mujer, es terrible. Terrible haber crecido sin esa imagen mental. Terrible hasta para la industria del terror.

Volviendo al libro que le quité a la púber, Doctor Sueño se publicó en septiembre del 2013 como la continuación de El resplandor (1977), el libro que llevó a la fama como escritor de terror a King. Como se esperaba, Doctor Sleep no fue la excepción y reventó los rankings de bestseller desde octubre a enero de este año.

Ahora, ¿Fue el libro que esperaba? No. ¿Me gustó? No. ¿Se lo recomendaría a alguien? Ni cagando. Tres respuestas que compartirán muchos de los fans de King pero no aquellos que recién vienen leyendo al escritor de Maine. Es que Stephen no estuvo a la altura. The Shining fue y será su máxima creación en el género de terror y lograr una secuela a la altura siempre es difícil.

Pero, ¿por qué no resultó?

SPOILERS I SPOILERS I SPOILERS I SPOILERS

La historia de Doctor Sleep regresa a la vida del protagonista del primer libro, Danny Torrance, quien posee el «resplandor» que es nada más ni nada menos que el súper poder de ver fantasmas, espíritus y hablar con la mente (entre otras cositas). Ahora Daniel creció. Dejó de ser niño y se convirtió en la figura que tanto odiaba: es igual a su padre (¿al final no es eso lo que todos seremos algún día?): alcohólico, depresivo y sin plata. Y vaga por las ciudades de Estados Unidos alejándose de los fantasmas que lo persiguen desde el hotel Overlook. Fantasmas que él mismo inventa y otros que, literalmente, están ahí.

El comienzo está bien. King trata de atar algunos cabos sueltos y desarrolla la relación Danny-Dick Halloran, el chef del hotel Overlook, quien le enseñó a usar «el resplandor». Mientras King va explicando con más detalle cómo funciona el poder del chico, la historia va armando una trama paralela, algo muy típico de los libros de Stephen (Cujo). Aparece El nudo verdadero, un grupo de seres sobrenaturales que se alimentan del «resplandor» de otros, buscando por todo Estados Unidos a personas con el don de Danny, al que llaman Vapor.

Esta tropa de raros (?) es liderada por Rose la chistera, la mujer que aparece en la portada del libro, y como es de esperar, cada uno de los miembros del Nudo verdadero tiene su propio superpoder. Para no entrar en detalles, al final, el autor termina enfrentando al protagonista con Rose.

Hasta ahí todo ok. Sería un libro de lo más esperable de King, en donde al fin podemos conocer algunas verdades de Danny Torrance. ¿El problema? Stephen King hizo todo extremadamente TIERNO y aparece otra historia paralela con otra protagonista: Abra Stone. ¿Por qué quiso meter a una niña al medio del cuento? Abby tiene un alto nivel de «resplandor», o sea, más poderes que el mismo protagonista y a lo largo de la historia se va desarrollando más y más. ¿Qué pasa? Fácil. Los malos más malos terminan encontrando a la niña y el pobre Danny debe enfrentar nuevamente a sus no tan literales fantasmas para salvarla. Más allá de la relación casi incestuosa (aunque no pasa nada romántico, creo que todos pensamos que Danny se metería con ella), King intenta redimir al protagonista con algo que nadie espera.

Normalmente el universo de los personajes de King siempre tiene detalles. No son perfectos: hay alcohólicos, golpeadores, drogadictos, jugadores. En fin, personas normales. Lo que hace el autor acá es tomar a Danny y volverlo santo, creando una historia que tiene poco terror (solo al comienzo) y casi nada de suspenso.

Al final, te comes el libro en dos días solo porque King es uno de los pocos que pueden convertir 500 páginas en cinco viajes en micro. Pero el libro no cumple. Pudo haber sido mejor, pero se farrió todo.

Después de haber pensado todo esto, la pendeja me seguía mirando. La miré y le dije:

-Por eso que no tienes que leerte el libro, pendeja de mierda.


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