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La sensibilidad y las emociones se toman la extensa tercera noche del Festival

No fue una noche fácil para Alejandro Fernández: el mexicano tuvo problemas de sonido al comienzo de su show. Como no escuchaba el retorno, debió acumular un par de cables en la espalda, pero el artista se las arregló y sacó a relucir lo mejor de su repertorio al entonar temas como “Dónde te vas sola”, “De qué manera te olvido” y su gran éxito “Me dediqué a perderte”.

El show siguió con la presentación del Huaso Filomeno y, al igual que Centella, contó con un público que en su mayoría mujeres, se dieron el tiempo para escuchar los chistes de campo del humorista. La apuesta resultó y Filomeno, en una rutina ágil e ingeniosa, sacó la tarea adelante y también se fue con los dos trofeos.

Uno de los puntos altos de la jornada fue cuando Rafael Araneda le pidió a Sergio Lagos que le entregara la gaviota de oro a la cantante. Pasaron 19 años desde que Nicole se subió al escenario (1996) y se fue con las manos vacías, otros tiempos donde, sin desmerecer la presentación de la artista, conseguir una gaviota era un hecho encomiable.

Pasadas las 3 de la mañana salió Emmanuel y realizó el mejor número en lo que va del Festival. Con una rutina que mezcló ritmos tropicales, rock y funk, el mexicano se echó el público al bolsillo –sacó las gaviotas- e hizo delirar a las cerca de 9.000 personas que se quedaron para cantar “Bella Señora”, “No he podido verte”, “Detenedla ya” y “Chica de humo”.


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