Hace 26 años, el actual presidente de Estados Unidos estaba en la cúspide de su carrera como actor. Creía que tenía talento para a actuación y lo puso a prueba en innumerables ocasiones, como la ya recordada aparición estelar que hizo en “Mi pobre angelito 2”.
Pero hubo una película en particular que le valió dos nominaciones a los Premios Razzie, galardones que se le entregan a lo peor del cine. Se trató de su actuación en la película “Los fantasmas no pueden… Hacerlo”, de 1989, donde hizo de sí mismo, y aún así lo hizo mal.
En la cinta, aparecía haciendo algunos tratos económicos, poniendo cara de malo y queriendo ser ganador. Y lo único que consiguió fue salir nominado en las categorías peor actor de reparto y peor nueva estrella, ganando el primero.
Lo peor fue que el actual mandatario ni siquiera fue a buscar el premio. Y 26 años después, sigue ahí, esperando por él. Mira su participación en la película y cuéntanos: ¿Le darías el premio?