¿Te imaginas trabajar en tu oficina mientras tienes a tu gatito sobre tus piernas? ¿Darle cariño y luego volver a tu pega?
Las empresas japonesas son conocidas por sus interminables horarios de trabajo y sus estresantes estructuras jerárquicas, pero una de ellas afirma haber encontrado un buen remedio: los gatos.
Hidenobu Fukuda. director de la compañía de informática Ferray, introdujo su política de “gatos en la oficina” en 2000 a petición de uno de sus colaboradores, y autorizó a los empleados a acudir con sus gatitos.
En Ferray, Eri Ito está encantada: “los gatos están durmiendo justo a nuestro lado, es relajante”.
Pero tener gatos en la oficina también tiene su parte negativa, admite Fakuda. “A veces, el gato camina sobre el teléfono y corta la llamada, o apagan los ordenadores al pisar el interruptor”.
Otras empresas también se han planteado recurrir a los animales para reducir el estrés y la ansiedad de la plantilla… ¿Y tú? ¿Qué esperas para planteárselo a tu jefe?