Pasa generalmente con Disney que toman cuentos antiguos y los adaptan a nuestros tiempos, volviéndolos más amables y aptos para niños. Es lo que pasó también con Frozen que, según confesaron, tenía una historia y un final completamente diferente al que vimos en la pantalla grande… y harto más oscuro.
Según confesó el productor Peter del Vecho, en la idea original Anna y Elsa no eran hermanas ni de la realeza, y había sido la misma Elsa quien se autodenominaba la Reina de las Nieves. En ese escenario, Elsa pura maldad porque había congelado su corazón luego de ser abandonada en el altar y se había decidido a no amar nunca más… de hecho, la película empezaría con una profecía que decía: “un gobernante con corazón de hielo traerá la destrucción al reino de Arendelle», y se presentaría a Anna como la heroína.
Eso sí, el real villano sería Hans, un psicópata sin sentimientos.
Una de las razones porque no siguieron esa historia es porque sientieron que no había un lazo con Elsa: “No nos preocupábamos por ella porque se pasaba toda la película siendo una villana. No nos sentíamos atraídos. Los personajes no nos identificaban»
Al final, lo que cambió la historia fue la importancia de decir que el amor verdadero no siempre es el romántico y que el amor de hermanas tenía la misma fuerza para descongelar el corazón de Anna.
¡Una historia mucho mejor!