Hay personas que después de terminar una relación, siguen extrañando por mucho tiempo a su ex. Y eso, que parece una locura, tiene una explicación científica.
Aunque no lo crean, nuevos estudios descubrieron que echar de menos a un o a una ex es casi como una adición a las drogas, sobre todo cuando el vínculo se corta inesperadamente y una de las partes sigue enamorada.
Los experimentos de la investigación “Anatomy of Love”, demostraron que quienes habían tenido una ruptura inesperada y se sentían todavía enamorados, al ver fotos de su ex, activaban su cerebro la misma parte que despierta con las drogas… o sea, esas ganas de estar con alguien que quisiste, es lo mismo que le pasa a un adicto cuando está en abstinencia, generando pena y reacciones como malestar físico… además de malas decisiones, como llamadas a las 3 de la mañana.
Todo por un exceso de dopamina, la hormona del amor, que se dispara y genera más apego… química pura!