Cada día es más común que las personas sean adictas a sus celulares y que, cuando no los tienen cerca, empiecen a sentir ansiedad.
Lo que se conoce como nomofobia, ahora parece tener una especie de explicación… y es que un grupo de investigadores de la City University de Hong Kong, estudiaron el tema y cacharon que el miedo no es a perderse algo, como una llamada o una notificación, sino que a estar lejos de un objeto donde se guardan nuestros recuerdos más queridos.
Es decir, el teléfono sería una extensión de nosotros mismos, cada vez más importante porque nos permite almacenar momentos y compartirlos con las personas que más queremos.
¿Están de acuerdo?
