Sí, es cierto: Se puede morir por tener el corazón roto. Pero lejos de lo poético que suena, es una condición real, que se produce por estrés o situaciones de alta tensión.
Así lo explicó el doctor Rolando González, cardiólogo de la Clínica Los Andes, a neustra Radio Hermana, ADN, donde señaló que este problema se produce por gran estrés físico o una emoción fuerte (pena grande, un divorcio, decepción amorosa), aunque también un tercio de los casos son por razones no identificadas.
Se presenta mayoritariamente en mujeres postmenopáusicas de 50 y 65 años, el 90% de los casos son en ellas, mientras que en hombres sólo el 10%.
Los síntomas del síndrome del corazón roto son muy parecidos a un infarto: dolor en el pecho, ahogo y sensación de desmayo.
El malestar suele durar pocos días y el paciente debe tomar medicamentos para controlar la enfermedad, aunque también es necesario controlar el estrés y buscar asesoría psicológica.
Así que ya saben, chicos y chicas: No anden rompiendo corazones, si no quieren que todo pase a mayores.