Todo comenzó cuando el padre de una menor de 11 años encontró que su hija conversaba con un sujeto de 29 años que, sabiendo la edad de la niña, le enviaba mensajes y fotografías de alto contenido sexual como fotos de sus genitales, pidiéndole de vuelta imágenes con poca ropa.
El hombre, de origen argentino, utilizó el WhatsApp de su hija para coordinar un encuentro con el sujeto, para posteriormente golpearlo y llamar a la policía.
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