Cuando Tori Jenkins de Tennesse, Estados Unidos salió a nadar a la piscina común de su departamento con 5 amigos y su prometido, vivió una de las experiencias más incómodas de su vida: Una persona de la administración del departamento le dijo que tenía que salirse de la piscina por usar un traje de baño demasiado «provocativo», el cual podía excitar a los adolescentes, ya que parecía una tanga de hilo dental. 

El hombre en cuestión le pidió que lo acompañara a la oficina para pedirle que se mirara espejo de cuerpo entero para que pudiera ver el problema, a lo que ella respondió:

«Sé cómo me veo, compré esto yo misma, esto no es una tanga de hilo»

El administrador insistió en que «era una prenda inadecuada para el entorno familiar», por lo que Tori tuvo que hacer abandono del lugar. 

Como consecuencia de esto, su novio publicó en su cuenta de Facebook toda la historia del famoso traje de baño y compartió fotos de Jenkins usando el traje de baño de una pieza, que por ninguna parte estaba cerca de ser una «tanga de hilo dental». 

En el texto que publica su novio, el comenta lo triste y ofendida que se sintió su novia, y que lamenta no haberla acompañado y defendido en el momento.