El pasado martes la policía Rusa informó el hallazgo del esqueleto de un cazador llamado Sergey Grigoriyev, quien fue devorado por el oso que había criado desde cachorro en su hogar.
Según el medio inglés The Sun, el cazador había rescatado al animal de cautiverio cuando era aún una cría y lo cuidó durante cuatro años hasta el fatal desenlace.
Alexey Petrov, jefe de la policía de Ozersk, informó a los medios de comunicación que los agentes de la policía usaron sus armas de servicio para abatir al animal, y añadió “la bestia está muerta, por lo que los ciudadanos se pueden quedar tranquilos, ya que nunca más representará un peligro para la vida y seguridad de las personas”.
Hay que destacar que en Rusia, por ley, se sacrifica a los osos cuando estos atacan a los humanos, ya sea en su hábitat natural o no.