Puede que no tengamos todas las respuestas a tus interrogantes, pero aquí te dejamos una ayudita para que entiendas de una vez por todas, por qué cuando se trata de amor, cuesta tanto aprender.

Y es que seguramente, existe algún rasgo de tu personalidad que se está poniendo en juego y no te deja desarrollar al máximo tus emociones.

¿Qué es? Si quieres descubrir la respuesta, este rápido y sencillo test te sorprenderá.

Sólo mira atentamente la imagen por 5 segundos. ¿Qué ves en ella? Tu primera respuesta te dirá cómo eres.

 

Un zorro

Si lo primero que viste fue un zorro, es porque eres una persona un tanto solitaria. El zorro no es un animal de manada: prefiere la soledad. Confía mucho en su instinto y en su inteligencia, que no es poca. Por eso, siente que no necesita de otros para sobrevivir (y seguramente es cierto).

El problema es que, a la hora de establecer una relación, puede que, aunque no te des cuenta, te cueste salir de tu estado de soledad. Has logrado desarrollar tu autoestima, eres una persona segura de sí, y te cuesta encontrar los puntos en común con el otro.

El problema con tus relaciones es que no siempre logras hacerte el espacio que necesitas. Debes entender que una relación no tiene por qué ser una jaula: tú necesitas tiempo para ti, y deberías poder tenerlo. Las relaciones que no funcionan en tu vida, seguramente no tuvieron de ese oxígeno fundamental para ti.

Necesitas una relación sana, en la que puedas compartir con el otro hasta donde tú decidas, y que entienda que a veces necesitas alejarte de la manada para estar con tu propios pensamientos un tiempo.

Un conejo

Si lo primero que viste fue un conejo, es porque eres de las personas a las que no les cuesta demostrar su afecto. Tú vas de aquí para allá regalando amor. Puede que hasta seas de los que se enamoran rápido.

Tener un corazón abierto y estar en sintonía con tus sentimientos es tu mayor virtud… ¡Pero también tu problema! Quieres tanto que te olvidas de ti mismo. Eres la clase de persona que cree que sí se puede vivir del amor. Para ti, mientras haya amor habrá fuerzas para seguir adelante.

La cuestión es que las cosas no son siempre así. Claro que el amor te da fuerzas, pero si tu único pilar en la vida es el amor, tienes muchas posibilidades de salir con el corazón roto. Necesitas hacerte fuerte, confiar más en ti y en tus proyectos, y entender que el amor es una parte más de la vida.

Quizá la más linda, pero no la única. Cuando entiendas que la verdadera fuerza que te mueve está adentro tuyo, y descubras la magia de compartir esa fuerza con otra persona pero sin dejarla a un lado por ella, entonces