Años de progreso han permitido la evolución del ser humano en el ámbito biológico como mental, así como los cambios en la alimentación y el modo de vivir han influido en las transformaciones que ha tenido en el hombre en su estadía en la tierra.
Debido a lo anterior, algunos de los órganos de nuestro cuerpo han dejado de cumplir la función que originalmente tenían:
Apéndice
El apéndice es un órgano que es propenso a inflamarse dando paso a la conocida apendicitis, razón por la cual ha sido extirpado de varias personas.
Investigadores de la Universidad de Midwestern de Arizona, del Centro Médico de la Universidad de Duke en Carolina del Norte, de la Universidad de Stellenbosch en Sudáfrica y el Museo Nacional de Historia Natural de Francia, propusieron que el órgano podía ser reservorio de bacterias intestinales beneficiosas, sin embargo, la información no fue confirmado por lo que la comunidad científica coincide en que el apéndice no cumple una función determinada en nuestro organismo.
Muelas del juicio
Debido a la dieta que llevaba el ser humano, las muelas del juicio eran necesarias pero una vez que el hombre comenzó a cocinar sus alimentos, su rol fue quedando de lado.
Heraldo Seguel, cirujano Máxilo Facial de Clínica Ciudad del Mar, explicó que estas muelas no sólo pueden dar origen a serios problemas infecciosos, sino que también pueden desarrollar procesos tumorales benignos o malignos.
Músculos en las orejas
Existen ciertas personas que son capaces de mover sus orejas debido a que aún mantienen el gen que determina la presencia de tres músculos en esta zona: el anterior, el posterior y el superior. Este movimiento permitía dirigir las orejas para agudizar el oído y estar en alerta de algún depredador, no obstante, según los expertos, actualmente esto no es necesario, por lo que no tiene ninguna función.
Según los expertos, una clara evidencia de la evolución del ser humano es la perdida de entre un 10 y un 15% del musculo palmar o palmar largo, que se extiende desde el codo hasta la muñeca, y que era utilizado por nuestros ancestros para trepar.
Sin embargo, como el ser humano no realiza esta actividad de manera frecuente, el músculo que le sirve a chimpancés y orangutanes, fue desapareciendo.
Los pezones en los hombres no cumplen ninguna función en específico, así lo afirmo el portal español 20 Minutos, en el que consignaron que la protuberancia tiene su origen en el vientre materno y en cómo nos desarrollando durante las primeras etapas de gestación, pero que a diferencia de la mujer, quien en la etapa de embarazo amamanta a su cría, en el hombre es totalmente inútil y no supone un cambio en el futuro.
