El último capítulo de Pasapalabra estuvo marcado por un más que emotivo momento protagonizado por Julio Escalona, un concursante que quería ganar los 166 millones para “comprar tiempo”.

Don Julio contó parte de su historia a las pantallas. En los setenta, alcanzó los 800 puntos en la Prueba de Aptitud Académica de matemáticas, con lo que se trasladó de su natal Salamanca a Santiago para estudiar Ingeniería Forestal en la Universidad de Chile.

Sin embargo, debido al golpe de estado y al alza de del coste de arancel de carrera, tuvo que regresar a su pueblo para trabajar y casarse en 1973.

Tras esto, confesó que su sueño era ganar el programa para así “comprar tiempo” y poder estar con su familia, dado que por su trabajo no puede.

Es más, entre lágrimas reveló que «un día mi hijo me paró y preguntó ‘¿Papá, cuánto cuesta tu hora de trabajo?, lo que pasa es que quiero estar un día contigo'», generando diversas reacciones en Twitter.