La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha oficializado el ingreso de la adicción a los videojuegos como una enfermedad de carácter psicológico.

Está dentro de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) y fue catalogada como “gaming disorder”, la que formará parte del capítulo “trastornos mentales, del comportamiento o del desarrollo neurológico”.

Según expresan, esta conducta adictiva puede llevar al «incremento del deseo de jugar y del grado de prioridad que se le da a jugar en relación a otros intereses y actividades diarias».

Esta noticia fue cuestionada por varias compañías de videojuegos, tal es el caso de Polygon y Entertaiment Software Association, quienes aseguran que no hay pruebas suficientes para catalogar este vicio como enfermedad.

Al mismo tiempo, el documento de la OMS obligará a que los países miembros de esta organización deban ir preparando tratamientos y medidas de apoyo para las personas que padezcan dicha enfermedad desde el 2022.