Esta joven paramédico de 23 años nunca imaginó que un movimiento mal ejecutado la iba a dejar en estas condiciones: con un derrame cerebral y un lado del cuerpo paralizado.

Según publicó Mirror, Natalia Kunicki estaba viendo televisión junto a una amiga. Ella decidió estirarse y, una vez hecho,  sonó, sin embargo no le tomo importancia. La complicación vino a los 15 minutos cuando fue al baño y se dio cuenta que no podía mover las piernas.

La amiga con la que se encontraba en ese momento la ayudó a levantarse y cuando se dio cuenta que la situación era grave, decidió llamar a emergencias. Al llegar al hospital, debieron operarla porque se le rompió una arteria de la columna vertebral, lo que generó un derrame cerebral.

Natalia indicó que “cuando el doctor me dijo que había tenido un derrame cerebral, estaba en shock. Más tarde, los médicos me dijeron que solo el estiramiento de mi cuello había provocado la ruptura de manera vertebral. Fue espontaneo y hay una posibilidad en un millón de que suceda».

La joven se encuentra en tratamiento para recuperar su movilidad.