Cientos de miles de franceses salieron este jueves a las calles a manifestarse contra la reforma del sistema de pensiones impulsada por el presidente Emmanuel Macron. Esta jornada ha sido protagonizada por huelgas masivas en los ferrocarriles, escuelas, hospitales y refinerías que busca poner al gobierno en la cuerda floja.

Se estima que más de 250 mil personas están marchando por las calles de Toulouse en Francia. Los sindicatos franceses consideran que este nuevo sistema «disminuirá la cuantía de las prestaciones» y «degradará los derechos de todos».

La reforma es una de las promesas de campaña del Mandatario, que tiene como objetivo eliminar los 42 regímenes especiales que existen actualmente y que otorgan privilegios a ciertas categorías profesionales. En su lugar se instaurará un sistema único, por puntos, en el que todos los trabajadores gozarán de los mismos derechos a la hora de recibir una pensión una vez que se jubilen.

Por su parte, el gobierno considera esta reforma como un sistema «más justo y simple». Pero los sindicatos temen en cambio que el nuevo sistema atrase la jubilación, actualmente de 62 años, y disminuya el nivel de las pensiones.

Macron, que aseguró presentar la reforma ante el parlamento a inicios del año que viene, dijo el jueves estar «determinado» a llevar a bien su proyecto «escuchando y consultando».

Por otro lado, los sindicatos de Francia amenazan con prolongar la huelga de forma indefinida. Los transportes públicos parisinos, por su parte, ya anunciaron que prolongarán el movimiento al menos hasta el lunes.