A veces, el fanatismo por un artista puede llegar a niveles exagerados,  llegando a incomodar a la persona que se admira, más cuando ésta obsesión se vuelve tóxica y posesiva.

Esto mismo le ocurrió a Miley Cyrus, quien se disponía a abandonar el hotel en Barcelona para dirigirse al Festival Primavera Sound, evento al que estaba invitada. Cuando avanzaba por las afueras del recinto, se encontró con una multitud de personas deseando una foto con ella, además de los periodistas y guardias que custodiaban su salida.

Cuando estaba a punto de subirse al vehículo que la trasladaría, aparece un «fan» que se aferró al cuello de la cantante y, con fuerza, logró darle un beso en la cara, acción que produjo un evidente pánico en la artista.

Esta acción, pone en la mesa hasta qué punto los fans pueden acercarse a sus artistas y la manera en que los abordan, dado que muchas veces puede pasar los límites del respeto, al menos así lo manifestaron sus seguidores por Twitter.