El refrán popular nos dice que «en Martes 13 no te cases ni te embarques», algo que se repite en gran parte de América y Europa. Tan conocido es este dicho que incluso hay gente que le tienen un miedo irracional este día: trezidavomartiofobia. Pero, ¿de dónde proviene este dicho? ¿Es pura superstición o tiene alguna justificación?

Varias explicaciones han surgido a lo largo de los años, pero ninguna ha sido realmente definitiva. Una de las razones puede provenir de la mitología griega. El ‘Martes 13’ tiene, según la mitología griega, una carga negativa por estar relacionado con el planeta Marte, considerado maléfico y con Ares, el dios griego de la guerra y destrucción.

En otras culturas cristianas occidentales se considera al 13 como mala suerte porque en la última cena de Cristo, habían 13 personas y fue el apóstol número trece, Judas, quien lo traicionó. Además, en la Biblia, en el decimotercer capítulo del Apocalipsis se habla del diablo como la fuente de todo mal.

En el Kabbalah judío existen también 13 espíritus malignos. Mientras que en la mitología nórdica, Loki, el dios del mal, es el invitado número trece a una cena de dioses. En el tarot, la carta número trece es la de la muerte.

Respecto a las fechas, fue un martes 13 de abril de 1204, cuando Constantinopla cayó tras la Cuarta Cruzada. Y según el escritor español Marcos Blanco Belmonte, el origen de la leyenda viene del martes 13 de junio de 1276, cuando la población de Játiva, actual Valencia, fue tomada por los moros (musulmanes).

Sin embargo, como puede ver, no hay una razón concreta de por qué la mala fama de este día en particular. Aunque, si existe una casi universal consideración del número trece como portador de mala suerte o connotaciones negativas.