Robert de Niro fue demandado por su ex empleada, Graham Chase Robinson, por haber sufrido discriminación de género por parte de él. Lo acusó de estar “aferrado a las viejas costumbres y no acepta la idea de que hombres y mujeres sean tratados como iguales”.
Chase Robinson, nombre de la víctima, lo demandó por US$ 12 millones, y detalló un documento donde contaba que De Niro trataba a las mujeres de su oficina como «estúpidas» y «perras». También detalla algunas bromas que le habría hecho, como referencias al uso del viagra o pedirle que lo imaginara sentado en el sanitario.
“No le importa que la discriminación en un lugar de trabajo sea contra la ley”, afirmó la ex asistente ejecutiva en una entrevista para Variety.
Cabe destacar que la demandante no es primera vez que demanda al actor. El pasado agosto lo habría hecho por sabotaje corporativo y malversación de dinero.