La pandemia del coronavirus marcó este 2020 y una de las personas que trabajó para cubrir los estragos que causó fue el fotógrafo Héctor Retamal. Este profesional buscó retratar de la mejor manera posible lo que sucedía con la enfermedad, y por esto fue reconocido como «Mejor fotógrafo de agencia 2020», título que le otorgó el medio The Guardian.
Retamal se encargó de cubrir día a día la crisis sanitaria, aunque lo hizo desde el epicentro del Covid-19: Wuhan. Su esmerado trabajo fue destacado con el premio que lo reconoce como mejor fotógrafo y para referirse a este logro habló con LUN.
En conversación con el matutino de circulación nacional, Héctor Retamal comentó que en 2019 arribó a China, pero en el 2020 visitó por primera vez Wuhan. Sobre sus vivencias en la ciudad en medio de la pandemia, comentó: «Fue impresionante ver las calles y carreteras vacías. La gente tenía mucho nervio y miedo, parecía una ciudad fantasma».
Con respecto a la imagen que más lo marcó en su trabajo, el fotógrafo dijo: «Durante los primeros días, salí a recorrer en la mañana y encontré el cuerpo de un señor mayor de edad tirado en la calle. Había fallecido. Nadie se le acercaba, la gente alrededor gritaba y otros pasaban de largo».
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Luego de aquello, agregó: «Al rato después llegaron dos hombres vestidos de overol blanco a hacerse cargo del cuerpo y alejar la gente. Algunas personas nos dijeron que no era la primera vez que pasaba eso en el sector».
Héctor Retamal trabaja como fotógrafo de la Agencia France-Presse. En la entrevista, reconoció que sus jefes sentían temor de enviarlo a trabajar a Wuhan, pero fue él quien finalmente los convenció.
«Estaban preocupados, pero insistí en ir. Les recordé que ya había cubierto una epidemia de cólera en Haití. Después conocí a una mujer que insistió en que no debería ir. Dijo que la ciudad se había vuelto muy peligrosa y volvió a verme varias veces para tratar de convencerme de que volviera a Shanghai», señaló a Lun.
Retamal no hizo caso a las advertencias y asumió la misión de ir a fotografiar al lugar. Ahí, se dio cuenta de la verdadera gravedad de la situación.
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«El miedo se había apoderado de los habitantes de Wuhan (…) Lo que fue aún más inusual fue que la gente se me acercó y me tomó del brazo, pidiéndome que entrara a ver», dijo el fotógrafo, añadiendo que las personas «querían mostrarme lo que estaba pasando. Eso no suele ocurrir en China. Dudé en seguirlos en caso de que los guardias de seguridad me vieran y llamaran a la policía. Pero entré de todos modos y luego vi lo difícil que era la situación».
Finalmente, el fotógrafo Héctor Retamal comentó las diferencias que vio en Wuhan con lo que ocurre en Shanghai. «En Shanghai, la gente mira de manera diferente a los extranjeros ahora. A veces, cuando tomo un ascensor, la gente no quiere entrar conmigo. Pero eso nunca me pasó en Wuhan. La gente me saludó. Seguían acercándose a mí y preguntándome qué estaba haciendo allí», concluye.
