Uno de los mitos más comunes, en cuanto a los videojuegos se refiere, dice que éstos son causantes de provocar actitudes violentas y frustraciones en quienes los juegan, especialmente en los más pequeños o pequeñas.
Sin embargo, científicos de la Massey University y la Stetson University le dieron “game over” a este supuesto, dado que sacaron un estudio que niega aquella relación.
Los investigadores en cuestión estudiaron a 21 mil usuarios de videojuegos catalogados como violentos, todo con tal de medir dicho impacto en sus conductas. Bajo esto, no se encontró ningún patrón entre la ira y los títulos que disfrutaban.
Es más, según rescata Publimetro, los científicos incluso hicieron una analogía algo polémica y, por qué no, ridícula: Ellos dijeron que comparar la violencia con los videojuegos es lo mismo que hacer nexos entre comer plátano y los suicidios, dado que ambos tienen cifras similares.
“Los estudios no parecen respaldar las conexiones a largo plazo entre el contenido agresivo de los juegos y la agresividad juvenil”, dijeron los investigadores, añadiendo que «investigaciones experimentales en efectos de corto plazo que el contenido agresivo de los juegos tiene sobre las conductas agresivas de los jugadores tienen resultados inconsistentes».
