Todos los 28 de diciembre se conmemora el Día de los Inocentes, una fecha donde las bromas y fake news se vuelven protagonistas y donde nosotros también dijimos presente… ¿o no se enteraron que HBO hará otra vez el final de Game of Thrones?
La cosa es que, pese a que la festividad es de tintes alegres y cómicos, tanto que hasta Los Simpson tienen su “inocente palomita”, el origen de éste es tan trágico como sangriento, muy distinto a la costumbre actual.
Este génesis se remonta hace siglos atrás, más exactamente en la época donde Jesús nació, y con el rey de Judea, Herodes, como gran protagonista.
La cosa es que según el Nuevo Testamento, en el evangelio de San Mateo, los Reyes Magos le consultaron a Herodes por el nacimiento del futuro Rey de Israel, quien gobernaría sobre todos los otros reyes en las distintas naciones. Tras no tener respuesta exacta, decidieron partir para buscarlo siguiendo la estrella de Oriente.
La cosa es que dicha noticia preocupó a Herodes porque este nuevo rey podría usurparle el trono. Por esto, ordenó la ejecución de todos los niños menores de 2 años de Belén con tal de evitar su miedo.
«Un clamor se ha oído en Ramá, mucho llanto y lamento: es Raquel que llora a sus hijos, y no quiere consolarse, porque ya no existen», apunta el Evangelio de Mateo respecto a la historia, dando origen a la conmemoración de esta trágica matanza, que más tarde evolucionaría al conocido Día de los Inocentes.
Actualmente, el relato se considera un arquetipo de la frialdad de los tiranos y opresores y cómo son capaces de cometer atroces crímenes para evitar perder el poder y son múltiples las interpretaciones artísticas y culturas que se inspiraron en esta trágica historia, que hoy se vuelve a conmemorar.