Según un estudio realizado por especialistas de la Universidad Wilfrid Laurier, en Canadá, conocer lo que irrita o un amigo o amiga, vuelve la relación más estable y menos frustrante (No me digas…).
Para llegar a esta conclusión las doctoras Charity A. Friesen y Lara K. Kammrath reclutaron a estudiantes universitarios quienes completaron una encuesta en línea, que contenía una serie de comportamientos que una persona podría encontrar molestas o desagradables. Algunos ejemplos de ellos eran el ser escéptico, perfeccionista, tímido socialmente, muy crédulo, entre otras opciones.
Luego de mirar los resultados del cuestionario, las investigadoras descubrieron que algunas personas conocían bien aquellas situaciones o conductas que resultaban desagradables y/o molestas para sus amigos; mientras que otros casi no tenían idea de cuáles serían los comportamientos que les generaban incomodidad a sus cercanos.
Con lo anterior, puedes imaginar que en aquellos amigos que si conocían lo que irritaba al otro, su relación tenía menos conflictos, por ende era más duradera.