La vida ideal que Meghan Markle imaginó junto a su príncipe está recién comenzando, dos años después de su matrimonio. Desde que se están juntos, se volvió de público conocimiento que su presencia no era bienvenida para la familia real ni tampoco para los medios británicos.

En 2020 llegó un punto en que los duques de Sussex no soportaron más el acoso de la prensa inglesa ni el mal trato de su familia, así que decidieron renunciar a su vida de la realeza y se mudaron a Estados Unidos. La pareja ya está completamente instalada en ese país y hace unas horas dieron su entrevista más polémica a Oprah Winfrey.

Meghan Markle: «Ya no quería seguir viviendo»

No cabe duda que el momento más dramático de esta entrevista fue cuando Markle confesó que los pensamientos suicidas se hicieron constantes en su vida. «Pensé que eso solventaría todo para todos», dijo la duquesa.

Meghan reveló que en su etapa como miembro de la realeza vivió el momento más oscuro de su vida: «Simplemente ya no quería seguir viviendo», dijo Markle, que también aseguró que solicitó ayuda de un profesional y que esto fue rechazado por el palacio, ya que podía manchar su reputación.

Otro de los preocupantes episodios que la pareja reveló transcurrió antes del nacimiento de su hijo. Para la familia real, el color de piel que tendría Archie era toda una preocupación, ya que Meghan Markle tiene ascendencia afro. Finalmente, cuando el niño nació no se le entregó el título de príncipe ni tampoco se le brindó seguridad, algo común en la familia real.

«Tuvimos una serie de conversaciones sobre que ‘no se le daría seguridad, no se le daría un título’ y también preocupaciones y conversaciones sobre qué tan oscura sería su piel cuando naciera», confesó la actriz.