Hacer reír es difícil. Ya lo saben los cientos de artistas que año tras año se han subido al escenario de la Quinta Vergara. Durante la última década hemos asistido a espectáculos memorables y otros que no tanto. Momentos que nos han puesto incómodos y que han terminado en fracasos monumentales; como Jani Dueñas en 2019 o el recordado doblete de Ricardo Meruane en 2011 y 2016.

A continuación haremos una revisión a una década – y un poquito más – de los momentos que menos risas y más incómodos nos ha puesto en el escenario más importantes de Chile y de Viña del Mar.

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Jani Dueñas

Algunos dicen que eligió mal su rutina, otros que no entendió a su público. Sea como sea, su show no prendió y no causó risas. Durante poquito más de 30 minutos, Jani Dueñas intentó infructuosamente hacer reír pero no pudo, se sentía como un ejercicio frustrante. Aún así la actriz y voz en off de la Divina Comida jamás perdió el aplomo y se retiró con la misma tranquilidad que llegó. “No pensé que fuera tan difícil”, dijo al terminar su rutina.

Ricardo Meruane

Un real caso de estudio. Tras años desaparecido de los medios y la televisión, la producción del Festival de Viña del Mar anunció con bombos y platillos que en su edición 2011, Ricardo Meruane –otrora humorista de Sábado Gigante y programas varios de tevé – sería unos de los platos principales del humor.

Un rutina para el olvido, llena de chistes sin remate y que dejó la inolvidable frase “Gracias, no se molesten”. Frase un año más tarde daría nombre a un reality show en el que contaba parte de su vida y sus múltiples intentos por hacer reír.

En 2016 volvió a Viña del Mar, quiso su revancha, pero el fracaso fue idéntico. Un especie de stand up comedy en donde relataba los problemas de nuestro país no fue suficiente para que nuevamente se comiera una lluvia de pifias. Una rutina tan mala, que llega a ser de culto.

Ruddy Rey

Si hay una corriente del humor que tiene similar número de fanáticos así como de detractores, sin duda que es el humor musical. Si hacer reír ya es difícil, súmale entretener y cantar bien.

Lamentablemente, este no fue el caso. Ruddy Núñez, o mejor conocido como Rudy Rey, llegó como la gran carta local a la edición 2014 de Viña del Mar y no funcionó. Nada.

Casi 30 minutos de humor dolorosamente básico y que el propio Rudy denominó increíblemente como “humor blanco” en la conferencia de prensa que concedió tras terminar el show. Tras su participación en Viña del Mar, desapareció del mapa.

Salomón y Tutu-tutu

Fue en 2008 pero aún así lo podemos incluir. Pablo Zamora y Kurt Carrera llegaban como carta segura tras un éxito de años en televisión. Sin embargo, su mejor momento ya había pasado y como dicen por ahí: “chiste repetido, sale podrido”.

Lugares comunes, comparaciones violentas y misóginas que hoy serían imposibles de repetir fueron el corolario de una presentación que ni siquiera les regaló una antorcha. Sin embargo las pifias no fueron desde el principio; recién a los 16 minutos comenzó el disgusto del público. Lo que vendría después sería el fin de un ciclo. Para algunos el “pago de Chile”, para otros un show simplemente olvidable.

Dato freak: Meses más tarde volvieron a Morandé con Compañía y se rieron de su propio fracaso. Punto para Salomón y Tutu-Tutu.

Bombo Fica y compañía

Fue la figura de Viña 2010 y 2012. La “Masterplop”, “el chiste del choro” y otros relatos tan típicos de nuestro país, marcaron época en el humor chileno. Sin embargo la apuesta de 2018, no funcionó.

En un intento de cafe concert, Bombo Fica alternó sus clásicos chistes con baile, canciones y una poco entendible introducción a cargo de «El Tarro», antiguo personaje del gran músico y actor Willy Benítez, que en 1983 interrumpiera en el escenario de Viña del Mar – precisamente junto a un tarro – para protestar por la falta de humoristas en el certamen.

Minutos más tarde entró Mariela Montero. Actriz y bailarina parte del show que intervino en la rutina de Bombo Fica, pero que por razones que aún no entendemos (simple fomedad o nervios) no hizo reír a nadie. Pero a nadie.

Tras cartón, el plato principal ¿El problema? Habían pasado casi 30 minutos de rutina y ni los clásicos de Bombo Fica lo arreglaban. Si bien no fue una rutina comparable con la de Ruddy Rey o Jani Dueñas, el nacido en Purén se salvó por minutos de un fracaso histórico. Mientras las pifias caían, Bombo fue capaz de revertirlo, pero sin pena ni gloria. Un show completamente olvidable.