La reapertura de Disneyland, tras 13 meses cerrado por la pandemia, no fue un cuento de hadas. Críticas a la nueva atracción vinculada a la película “Blancanieves” han causado polémica y abierto un debate.
Enchanted Wish
La nueva atracción del parque se llama Enchanted Wish (Deseo encantado en español) y consiste en un carro que traslada al visitante por diferentes escenas del tan conocido cuento, que llegó a la pantalla de la mano de Disney en 1937.
La sección cuenta con nueva música, nuevas escenas, un sistema de animación y luces led. Dentro de las escenas, está la mencionada, y ahora polémica, del beso entre el príncipe y Blancanieves.
La crítica
Icónicas se han convertido las escenas en que las princesas son despertadas por un beso, lo mismo ocurre por ejemplo en “La Bella Durmiente”, todo esto ha llevado a cuestionar realmente el concepto de “consentimiento” y qué se les está enseñando a los niños y niñas al ver estas cintas.
El sitio San Francisco Gate hizo una columna de opinión sobre lo nuevo del popular parque de diversiones. El review se hizo viral al criticar la ya mencionada escena.
“El nuevo gran final de Enchanted Wish es el momento en que el Príncipe encuentra a Blancanieves dormida bajo el hechizo de la Reina Malvada y le da un ‘beso de amor verdadero’”, comienza Katie Dowd y Julie Tremaine.
“Un beso que le da sin su consentimiento, mientras ella duerme, que no puede ser amor verdadero si sólo una persona sabe qué está sucediendo”, continuaron.
“¿No nos hemos puesto de acuerdo ya que el consentimiento en las primeras películas de Disney es un problema importante? ¿Que enseñar a los niños que besar, cuando no se ha establecido si ambas partes están dispuestas a participar, no está bien?”, cuestionaron.
Por último, agregaron que: “Es difícil entender por qué el Disneyland de 2021 elegiría agregar una escena con ideas tan anticuadas de lo que un hombre puede hacer con una mujer (…) ¿Por qué no volver a imaginar un final de acuerdo con el espíritu de la película y el lugar de Blancanieves en el canon de Disney, pero pudiendo evitar ese problema?”.
La crítica se suma a las que han recibido otras carícaturas como la de Pepe Le Pew, de Looney Toons, por fomentar la “cultura de la violación”.
