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Loro Testigos De Jehova
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Trolleo del año: Loro dejó esperando a Testigos de Jehová durante 30 minutos porque les decía «ahí voy»

EL registro ocurrió en México y se ha viralizado en TikTok. "Voy llegando a mi casa y veo que hay unas personas afuera”, comienza el video

Recién estamos en mayo, pero todo parece indicar que ya tenemos al ganador del mejor trolleo de este 2022: Un loro que vaciló como quiso por media hora a unos Testigos de Jehová.

Esta cómica historia tiene su origen en México y, en los últimos días, ha dado vuelta por internet gracias a ser viralizado por la red social TikTok.

Loro vs Testigos de Jehová: La historia más chistosa de mayo

La génesis de esta increíble anécdota nos remonta a las tierras mexicanas, la que fue viralizada por el usuario Jhosua el Mexi.

En el video, que casi suma 10 millones de reproducciones, el tipo comienza diciendo que «Voy llegando a mi casa y veo que hay unas personas afuera».

@jhosuargz Pobres Testigos, los tenía esperando y nunca les abrió 😂😂😂 #mexico #loro ♬ sonido original – Jhosua el Mexi

Estos “Eran unos testigos de Jehová. Entonces yo les pregunto: ‘¿Qué se les ofrece?'», dice.

Para su sorpresa, la respuesta de los religiosos fue que «Estamos esperando que nos abran, porque hay una persona a la que le tocamos (la puerta) y nos dice: ‘¡Ahí voy, ahí voy!'», añadió.

Eso sí, lo que le llamó la atención es que, en ese entonces, la casa estaba vacía; no había ninguna otra persona que les dijera a los Testigos de Jehová que esperaran… aunque sí había un loro.

Por lo mismo, el mexicano mostró en su TikTok que, cuando entró a su casa y golpeó la puerta, fue su periquito quien le respondía imitando la voz humana.

«No sé si escucharon, que hay un periquito que tenemos que (si) tocas la puerta dice ‘ahí voy, ahí voy'», comentó entre risas.

«Y pues, este loco… ahí tiene 30 minutos a los testigos de Jehová esperándolo, porque es el que les está diciendo ‘ahí voy, ahí voy'», finalizó la historia que ha dado vuelta por todo internet y que lleva por nombre «Pobres Testigos, los tenía esperando y nunca les abrió».


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