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Grupo XXI Psicología
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¿Qué fue primero, el huevo o la gallina?: Científicos resuelven el gran misterio

Finalmente un grupo de investigadores ha llegado a la respuesta de uno de los misterios más antiguos de la humanidad

Probablemente alguna vez te has encontrado con el dilema del huevo o la gallina. Por años la humanidad se ha preguntado cuál de los dos fue primero, disyuntiva que pareciera haber encontrado su respuesta final.

Y es que una reciente investigación se ha formulado una nueva teoría evolutiva sobre este popular enigma. Esto tras haber encontrado nuevos detalles de los antepasados de las aves y los reptiles.

¿Qué fue primero, el huevo o la gallina?

Finalmente el estudio realizado por científicos de la Universidad de Nanjing y la Universidad de Bristol ha dado fin al misterio de siglos.

Ya que este ha asegurado que los primeros antepasados de las aves podrían haber dado a luz a crías vivas. Por lo tanto, la gallina habría llegado primero que el huevo.

Así es como el resultado de esta investigación sugiere que los primeros antepasados reptiles de las gallinas, que se remontan hace millones de años antes de la evolución de los dinosaurios, podrían no haber puesto huevos como se imaginaba.

El nuevo planteamiento evolutivo que encontraron los científicos

Los científicos han creído que la puesta de huevos con cáscara dura, fue un papel fundamental en el temprano éxito evolutivo de hace más de 300 millones de años de los amniotas. Que por si no lo sabías son un grupo de especies vertebrados de mamíferos, aves y reptiles.

Sin embargo, según el medio Deutsche Welle que ha publicado las conclusiones del estudio, la investigación de 51 especies fósiles y 29 vivas descubrió que estas especies no solo pasaron del agua a la tierra, al desarrollar el huevo amniótico (que posee una membrana protectora dentro del huevo).

Si no que también implementaron una estrategia de reproducción flexible. Esta consiste en la retención  prolongada del embrión y vivíparos (que dan a luz crías vivas), durante un tiempo variable.

Los expertos afirman que aunque el huevo de cáscara dura es una de las mayores innovaciones de la evolución, esta investigación destaca la contención prolongada del embrión por la madre, por un tiempo variable. La cual terminó proporcionando a estos animales la máxima protección.

Michael Benton, profesor de la Facultad de Ciencias de la Tierra de Bristol, explica que los primeros tetrápodos que desarrollaron extremidades a partir de aletas de pez eran de hábitos anfibios. Es decir, tenían que vivir en el agua o cerca de ella para alimentarse y reproducirse, tal como las ranas o salamandras.

Dentro de esto, los expertos afirman que aunque el huevo de cáscara dura es una de las mayores innovaciones de la evolución. Este estudio también menciona que la retención prolongada del embrión, proporcionó a este grupo de animales una máxima protección.

Sobre los amniotas

En tanto, Michael Benton ha comentado:

«Antes de los amniotas, los primeros tetrápodos que desarrollaron extremidades a partir de aletas de pez eran de hábitos anfibios en general”.

Es decir, estos tenían que vivir en el agua o cerca de ella para poder alimentarse y reproducirse. Al igual que los anfibios modernos, como las ranas y las salamandras.

Cuando los amniotas aparecieron hace 320 millones de años, lograron alejarse del agua desarrollando una piel impermeable, y otras formas de controlar la pérdida de esta.

Aún así el huevo amniótico era la clave. «Se le consideraba como un «estanque privado» en el que el reptil en desarrollo estaba protegido de los climas cálidos, y permitía al amniota alejarse de la orilla del agua y dominar los ecosistemas terrestres”, explica Benton.

A lo que agregó, «Nuestro trabajo, y el de muchos otros en los últimos años, ha mandado al cesto de basura el modelo clásico del ‘huevo de reptil’ que aparece en los libros de texto».

Por su parte, el director del proyecto, el profesor Baoyu Jiang, añade: «Este punto de vista estándar ha quedado en entredicho.

Los biólogos han observado que muchos lagartos y serpientes presentan una estrategia reproductiva flexible que abarca la oviparidad y la viviparidad. A veces, especies emparentadas muestran ambos comportamientos, y resulta que las lagartijas vivíparas pueden volver a poner huevos mucho más fácilmente de lo que se suponía».


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