Como dijo el Doctor Picado: ¡Que Dios se apiade de nosotros! Polémica generaron las palabras de sor Lucía Caram en el Canal Cuatro de España, donde afirmó que la Virgen María y José tuvieron sexo.
«Yo creo que era una pareja normal y lo normal era tener sexo. Entiendo que cuesta de creer, que cuesta digerir y muchas veces cuando se intenta explicar acaba sacando una carcajada de la gente porque hace poco creíble el mensaje», señaló.
Sus palabras dejaron la escoba entre los creyentes, que se volcaron en masa a las redes sociales, pero también en la propia Iglesia que salió a condenar sus palabras, a través del obispo de Vic (Barcelona), Román Casanova.
El sacerdote señaló que «estas declaraciones no se ajustan a la fe de la Iglesia» en un comunicado. La autoridad episcopal agregó que «forma parte de la fe de la Iglesia, desde sus inicios, que María fuera siempre virgen» y apeló al Concilio II de Constantinopla para reforzar sus palabras.
Sor Lucía respondió que «si alguien se sintió ofendido, pido disculpas. Y si alguien no entendió mis palabras, estoy dispuesta a dialogar».
«Me preocupa la lectura fragmentada, ideológica y perversa que algunos martillos de herejes, sedientos de venganza y animados por el odio, han hecho llenando de calumnias, amenazas serias, incluso a mi vida, en diversos medios», concluyó.
Mira el video de sus fuertes declaraciones a continuación:
«Yo creo que era una pareja normal y lo normal era tener sexo. Entiendo que cuesta de creer, que cuesta digerir y muchas veces cuando se intenta explicar acaba sacando una carcajada de la gente porque hace poco creíble el mensaje», señaló.
Sus palabras dejaron la escoba entre los creyentes, que se volcaron en masa a las redes sociales, pero también en la propia Iglesia que salió a condenar sus palabras, a través del obispo de Vic (Barcelona), Román Casanova.
El sacerdote señaló que «estas declaraciones no se ajustan a la fe de la Iglesia» en un comunicado.
La autoridad episcopal agregó que «forma parte de la fe de la Iglesia, desde sus inicios, que María fuera siempre virgen» y apeló al Concilio II de Constantinopla para reforzar sus palabras.
Sor Lucía respondió que «si alguien se sintió ofendido, pido disculpas. Y si alguien no entendió mis palabras, estoy dispuesta a dialogar».
«Me preocupa la lectura fragmentada, ideológica y perversa que algunos martillos de herejes, sedientos de venganza y animados por el odio, han hecho llenando de calumnias, amenazas serias, incluso a mi vida, en diversos medios», concluyó.
