Para estar más sanos que una lechuga, tenemos que tomar agua. Dos litros al día, mínimo. O sea, 4 botellas de medio litro u 8 vasos… y para ser buenos con el medio ambiente, lo ideal es tener una sola botellita, que rellenamos y rellenamos, para no generar más basura. Sanos y conscientes ¿qué mejor?

Eso sí, ahora hay un pequeño problema… y es que un nuevo estudio inglés descubrió que rellenar las botellas es más antihigiénico que lamer la nariz de un perrito.

Resulta que las tapas y las botellas se llenan de bacterias que afectan nuestra salud. Las botellas desechables están pensadas para ser usadas una sola vez, mientras que las de plástico rígido muchas veces no se lavan, y quedan expuestas al medio ambiente, a las manos y a las bocas.

La recomendación es elegir las botellas que incluyen bombillas, que son las más limpias de todas y obvio, lavar la botella entre relleno y relleno.