Durante el fin de semana, hay quienes les encanta salir a pasear, ir al cine, carretear, juntarse con amigos… pero hay otros, que simplemente no quieren salir de la casa yse conforman con estar en pijama, ver Netflix y descansar.
A esa práctica se le conoce como el nesting (anidar), o el placer de quedarse en casa sin hacer nada el fin de semana, una tendencia que gana cada vez más adeptos.
“Balancear la vida social con la privada, encontrar placer y refugio en nuestro hogar, regenera y aporta equilibrio a nuestras emociones”, aseguró Alejandro Corbalán, director de la Asociación Argentina de Counselors, al medio La Nación Argentina.
“El hogar constituye a partir de su posibilidad de cobijo y resguardo, un verdadero refugio. Pero además, la privacidad y aislamiento del mundo exterior brindan a la persona ocasiones de encuentro consigo misma y mayor contacto con las personas más significativas de la vida”, agrega Corbalán.
“Un hogar dotado del espacio necesario y adecuado brinda la posibilidad de desarrollar actividades que proveen entretenimiento, diversión y placer: hacer jardinería, pintar, cocinar, leer, escribir, jugar y otras actividades complementan el relax necesario para recuperarnos de las tensiones y prisas de la vida laboral”, explica el experto.
Sin embargo, el nesting también puede traer la consecuencia del aislamiento social. Es por eso que, según la publicación, invitar, reunir y agasajar a familiares y amigos son también algunas de las posibilidades que brinda el nesting y que permiten continuar con la vida social.
Incluso, mantener el contacto con nuestros seres queridos a través de las redes sociales es una muy buena alternativa cuando se elige descansar sin compañía.
“Por eso, a la hora de elegir quedarnos más tiempo en casa por elección y no por obligación ni por falta de ganas de salir, es importante también saber elegir a las mejores compañías para acompañarnos en esa interioridad”, indica Corbalán.