Esta semana Escocia hizo historia al aprobar una ley que permite que los productos sanitarios menstruales sean gratuitos para todas las mujeres y personas que menstrúan, convirtiéndose en el primer país del mundo en dar ese importante paso contra la “pobreza menstrual”.
La medida pone a disposición de los contribuyentes tampones y toallas sanitarias en lugares públicos designados, como centros comunitarios, clubes juveniles y farmacias, a un costo anual estimado de USD $32 millones para los contribuyentes.
Esta nueva legislación fue aprobada por unanimidad y la primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, lo calificó de “política importante para las mujeres y las niñas. Estamos orgullosos de votar a favor de esta innovadora legislación”.
La “pobreza del período” tiene que ver directamente con que las personas de bajos ingresos no pueden pagar o acceder a productos adecuados para sus periodos.
Lennon dijo que era una legislación «práctica y progresista» que se hizo aún más vital debido a la pandemia del coronavirus. «Los períodos no se detienen con las pandemias y el trabajo para mejorar el acceso a tampones, toallas higiénicas y productos reutilizables esenciales nunca ha sido más importante», agregó.