En el programa Ciudadano ADN conversaron con Santiago Pontiroli, analista de Kaspersky, quien dio a conocer los resultados de una investigación en torno a la inteligencia artificial y las apps para encontrar pareja.
Santiago Pontiroli, analista de seguridad de Kaspersky -una empresa global de ciberseguridad- en América Latina, comentó en Radio ADN sobre un estudio que realizó su compañía a nivel internacional.
Dicho estudio analizó el nivel de confianza que tendrían las personas ante las aplicaciones de citas para encontrar pareja sentimental.
Así, el panorama chileno arrojó un resultado llamativo: El 45% de los chilenos confiaría en la selección de pareja hecha por la inteligencia artificial (IA), y el 74% señaló que las recomendaciones del algoritmo apuntan a sus preferencias.
Respecto a estos datos, Pontiroli comentó que “cuando vemos los resultados del estudio nos quedamos sorprendidos, porque a todos nos aparecen recomendaciones de Facebook, pero de ahí a confiar la selección de nuestro amor utópico, ya no sé”.
La Inteligencia Artificial, ¿sirve para estos casos?
“El tema es que la inteligencia artificial está proponiendo ayudar a encontrar pareja, no creo que reemplace a los amigos o a conocer gente de forma tradicional”, expuso el entrevistado en conversación con Ciudadano ADN.
Pontiroli, agregó que “lo que plantean estas aplicaciones es utilizar la IA para ayudarte a encontrar algo que se ajuste más a lo que crees que estás buscando. Y digo ‘crees’, porque en redes sociales mostramos una faceta de lo que somos, mientras que tenemos otra faceta individual de lo que creemos que somos y otra de lo que la gente entiende en base a lo que posteamos”.
No todo se reduce a algoritmos
Finalmente, el entrevistado reflexionó respecto a los resultados: “¿Cuántas parejas uno ve en la calle y dice ‘son totalmente opuestos’ y sin embargo presentan una relación espectacular?”.
Esto para el especialista tiene sentido, pues cree que “A veces no te basas en los gustos, sino que, en la sinceridad, en la comunicación, en darle el espacio al otro. Cosas que un algoritmo no sé si todavía puede evaluar”, cerró.
