Kim Kardashian, quien acaba de ingresar a la lista de «Los más ricos del mundo», está muy preocupada por la seguridad de su familia debido a todo lo que está pasando en el mundo.
Por lo mismo, es que está dispuesta a todo para mantener a salvo a su hijas, y si eso significa comprar un bunker de supervivencia, lo hará.
O al menos, eso dio a entender en el cuarto capítulo de la temporada final de “Keeping Up With The Kardashians”, titulado “Nuevas amigas y el búnker».
Ahí vemos como Kim y su hermana Khloé, después de programar una reunión con un hombre bastante misterioso, que vende este tipo de refugios, visitan un prototipo de Búnker.
Ver esta publicación en InstagramUna publicación compartida por Khloé Kardashian (@khloekardashian)
EL BÚNKER
El lugar que tiene forma de cilindro, está bien distante a los lujos que están acostumbradas las hermanas.
Con un techo particularmente bajo, de espacio reducido, camas en forma de literas, comida no perecible, y un solo computador, el búnker promete ser resistente a cualquier desastre natural o provocado por el hombre.
Además de mantener con vida por años, a todos sus habitantes, siempre cuando tengan comida y agua.
DIVORCIO Y PANDEMIA
En medio de un divorcio con el rapero Kanye West, el que aún no se concreta, y lo difícil que ha sido la pandemia del coronavirus, es que la empresaria tiene un sólo objetivo, mantener a salvo a sus hijos North, Saint, Chicago y Psalm.
Ver esta publicación en InstagramUna publicación compartida por Kim Kardashian West (@kimkardashian)
Fue por eso, que tomó la decisión de buscar un refugio que fuera resistente a todo lo que pueda llegar a suceder de aquí en adelante.
«2020 ha sido un año realmente loco y hemos pasado por todo lo imaginable. Así que, siendo yo, tuve que buscar una especie de refugio de supervivencia», se le escucha decir en una parte del capítulo, según detalló un artículo del Daily Mail.
En el mismo episodio, también se revela que el estrés de Kim aumentó cuando Jonathan Cheban, uno de sus mejores amigos, le contó sobre un millonario robo del que fue víctima.
Por supuesto que ese robo, trajo recuerdos de lo que pasó en Paris 2016, donde a Kim la ataron en la habitación de su hotel, para sustraerle joyas avaluadas en 10 millones de dólares.
