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#DetrásdelBeat: J.vy Boy, con mucho reggaetón de Lautaro al mundo

En una nueva producción con productores nacionales, vamos con el beatmaker J.vy Boy, quien desde el sur de Chile ha trabajado con figuras de alto nivel.

«Angelo Roca, para los que me conocen fuera de la música», dice J.vy Boy, beatmaker nacional, al momento de presentarse en una nueva edición de #DetrásdelBeat.

«Soy de la novena región, de Lautaro y llevo profesionalmente desde el 2014-2015 haciendo solo instrumentales, a eso es lo que me dedico yo. No veo mezcla de voces, master finales, me he enfocado sólo en instrumentales», nos cuenta sobre su trabajo actual.

J.vy Boy: El chileno que se mueve entre Arcangel, Nicky Jam y Farruko

«Entre los trabajos momentáneos por ahora, lo más destacado es con Arcangel y Sech en la canción “Sigues con él” y a su vez con el remix junto a Romeo Santos», cuenta el beatmaker nacional quien no menor, también ha trabajado para discos como «La Promesa» de Justin Quiles, «Gangalee» de Farruko, «Intimo» de Nicky Jam e «Historias de un Capricornio» del antes mencionado Arcangel.

Por cosas de la vida -y la internet- J.vy Boy ha trabajado con más artistas internacionales que de Chile, en específico en sus bases musicales que son parte de varios éxitos que suenan en tu cabeza.

¿Cómo es esto de dedicarse sólo a hacer instrumentales? ¿Trabajas con pistas que vas proponiendo a los artistas o desde cero?

Lo que hago es un poco de todo. Por ejemplo, obviamente cuando empecé hacía solamente ritmos, creando desde cero, iba acumulando ideas. Y a medida que se fue dando a conocer ese trabajo, empecé con el otro tema: Me enviaban voces y a partir de ellas empezaba a crear cosas; o llegaban ideas como “trata esto con esto” e iba inventando a través de eso, entonces ha sido como un trabajo combinado.

Cómo llegaste a trabajar con Sech, Arcangel… Todos estos personajes que nos cuentas y de los cuales muchas veces no sabemos que detrás de su trabajo hay chilenos.

Esas conexiones se dieron a través de un productor que conocí hace un tiempo, en el 2014-2015, cuando yo empecé a trabajar de forma más profesional. Recuerdo que él escuchó de mi trabajo por Instagram o Facebook -no recuerdo bien-; me contactó y empezamos una relación de trabajo. Él en ese tiempo no trabajaba con esos artistas, pero trabajaba con otros de Orlando, porque es de allá.

Él es Dímelo Flow, que allá es de renombre, y con el pasar del tiempo, yo creo que como en el 2017, empezó a trabajar con artistas conocidos. A través de él fue que yo fui aprendiendo ritmos, él los fue eligiendo, fue añadiendo de sus cosas y los fue presentando. Así se fueron dando las colaboraciones con esos artistas.

Esto de trabajar en forma colaborativa, ¿cómo se mueve en la industria? Para quienes no sepan: Detrás de una canción puede haber más de un productor dedicado a varias cosas. Por ejemplo, me decías que trabajabas con instrumentales, entonces ¿hay otro par que hace lo mismo, o tú te dedicas a eso y otro a las voces, arreglos finales, etc?

Hoy creo que es fundamental o esencial eso en estos tiempos. Por ejemplo, detrás de una canción puede haber cinco, seis productores y/o compositores, arreglistas, músicos, etc.

En mi caso, sólo veo instrumentales; en el de Dímelo Flow, ve de todo un poco, si yo le envío material él le da sus toques, a la vez trabaja con compositores y se van sumando ideas en cuanto a letras, instrumentos… Es un conjunto en sí.

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Tu trabajas desde Lautaro, creo que eso da un impulso a esto de que hoy en día puedes hacer música desde donde sea e incluso para músicos internacionales. ¿Cómo ves que eso pueda aportar a la producción musical desde Chile?

La herramienta como internet dio la facilidad en medio de todo esto que está pasando ahora. Porque sin ella yo no pude haberme destacado, ni llegar a esos artistas, etc. Eso es lo que facilitó y abrió un camino; incluso ahora hay productores o beatmaker que se llaman, que sólo viven de plataformas de internet.

Ellos sólo se dedican a subir su material, la gente lo compra automáticamente, y así generan dinero y viven totalmente de eso. Es un mundo que igual se desconocía y ahora se ha ido masificando.

Me acuerdo que cuando empecé estaba partiendo todo el tema de la producción en las plataformas, por decirlo así, como en YouTube. Había pocos tutoriales, pocas formas de obtener sonidos, entonces todo se fue dando más fácil con el tiempo.

¿Y cómo llegaste a esto que es la generación de ritmos, de trabajar en música?

Realmente el motivo fue solamente escuchando reggaetón de colegio, con amigos y como de curioso. Tengo recuerdos como del 2008, cuando empecé con dos amigos: Yo los grababa, todavía no conocía nada de instrumentales…

Era como en la buena onda, vamos viendo…

Claro, me acuerdo que tenía un computador y los grababa con un micrófono de estos de los mismos que tienen audífonos -manos libres-, cosas así, entonces creo que empecé por ahí, por la curiosidad. En ese tiempo usábamos instrumentales que pillábamos en YouTube. De ahí creo que me nació aprender cómo se hacían.

En un principio no sabía nada de teoría musical, estaba aprendiendo a escuchar, a sacar cosas al oído.

Y cuando viste que era entretenido lo que estabas haciendo, y viste que podías desarrollarte en esto, ¿trabajaste con alguien nacional antes de subir tu material a internet?

Sí, me acuerdo que uno de mis primeros trabajos más profesional lo hice con unos cantantes de Viña del Mar, que en es tiempo tenían temas sonando en YouTube más que nada, en radios locales, y desde ahí comencé a darme a conocer para el extranjero. Comencé con artistas emergentes, era un trabajo muy local se podría decir.

¿Y podemos saber con quién estás trabajando en estos momentos?

Actualmente sigo trabajando algunas cosas con Arcangel, como lo más destacado. Tengo también trabajos que pueden venir con Jhay Álvarez; en carpeta con Gigolo y La Exce, trabajos que se están conversando, por decirlo así. Eso es como lo más próximo. Uno no sabe las fechas de estreno ni nada, pero se está trabajando siempre en algo nuevo.

Algo que le he preguntado a otros de tus colegas: ¿Qué consejo le darías a quienes están entrando al tema de la producción musical, en incluso, a tu “yo” que estaba partiendo en esto?

Yo creo que lo primordial es informarse acerca del negocio, porque cuando entré no sabía absolutamente nada así como cualquiera. Entonces hay muchas cosas que de repente son poco conocidas, hay poca información o confusa. Ahora hay muchas más herramientas para conocer sobre el negocio: Cómo se gana, cuánto puedo cobrar, etc.

Cuando ves tus canciones que están en altos puestos en diferentes rankings, como Spotify, o sabes que está sonando en la radio… ¿Qué sensación te queda?

En el momento uno no lo asimila, pero con el pasar del tiempo ve que se pueden hacer cosas grandes. Como te decía, yo trabajo desde mi casa, no centralizado en Santiago sino que al sur, entonces es como orgullo y como una gasolina para seguir dándole al trabajo.

¿Hay algún artista nacional con el que te gustaría trabajar?

Sí, totalmente. Hace poco estuvimos hablando con Magic (En el Beat); él tiene más contactos con gente nacional… Me gustaría trabajar con Tommy Boysen, Young Cister, ese es el estilo que me agrada, más hacia el reggaetón. Acá en Chile veo que se está haciendo harto trap, también lo hago pero no diría que mi especialidad es eso.

¿Harías otra cosa que no fuera reggaetón o te sientes muy cómodo ahí?

De todas maneras me gusta ampliar a otros estilos. Por ejemplo, hace poquito me contactó una artista española, y justo hace unas dos semanas estaba incluyendo ritmos de flamenco con lo urbano. Le presenté una idea, le gustó… Así que me agrada abarcar otras cosas.


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