
Francisco Álvarez, el propietario de la discoteca Club K de Punta Arenas, conversó este miércoles con nuestros vecinos de Radio Futuro en su programa Palabra Que Es Noticia, todo en marco de su mediática reapertura.
Este proceso, que incluso contó con sumarios del Seremi, se debe al avance a la Fase 4 del Plan Paso a Paso en la zona. Además, todo su proceso previo fue con protocolo incluido: había que reservar entrada, tener pase de movilidad, ser mayor de 21 años y no salir a fumar.
Ante esto, el propietario del Club K le contó a Futuro que el periodo sin abrir fue «Súper duro, estuvimos cerrados 16 meses de agonía y nos comenzamos a preparar cuando comenzamos a tener más apertura como ciudad. Hace 3 o 4 meses comenzamos a ir al local a limpiar y preparar, había pasado mucho tiempo cerrado, todo un trabajo de renovación como para que esté en condiciones para abrir. Fuimos despacio, fui testarudo y le di nomás. Me la jugué en el fondo».
Respecto a cómo llevaron el tiempo sin atender, Álvarez contó que «Yo tenía a 8 trabajadores con contrato por 3 días y quedaron con suspensión laboral, esa carga financiera la tuvimos, hubo pequeñas ayudas estatales y eso nos ayudó un poco, pero tenemos una carga financiera fuerte para pagar todos estos meses. En luz tenemos una deuda millonaria y comenzaban los cortes de suministro, en arriendo tenemos 70 millones en deuda, un total de 100 millones de peso en total por toda la deuda. Ya restamos las ayudas del Gobierno, hemos recibido entre 7 y 8 millones de pesos en todo este tiempo».
Riesgos en la reapertura del Club K
Respecto a la reapertura, tanto de su local como del resto, aseguró que «Lo veo en forma positiva, hay que ser optimista y jugársela. Creo que por ahí tiene que ir el juego de muchas empresas en este país hoy en día, que están en una situación complicada. También tiene que haber alguien que te tire un salvavidas».
«Tuvimos que prepararnos mucho con las medidas de seguridad porque sabíamos que seríamos fiscalizados, contratamos contratistas para la Seguridad y las medidas sanitarias y establecimos protocolos para el público con el pase de movilidad. Después debían llegar a la discoteque y abrimos a las 7 y media. La gente fue muy ordenada y cuidadosa, sabían que podíamos estar de vuelta. Somos una ciudad muy chica, como del porte de una comuna de Santiago, y la gente se comportó bien. Si no hubiese sido por el tema de las mascarillas, se cumplió todo y quedamos contentos», añadió.
En marco de la sanción que recibieron, Francisco Álvarez comentó que «No tuvimos que hacer nada porque todo lo que pasó fue a través de medios de comunicación. Nunca me contactaron de la seremi ni me llegó una citación. Creo que se dieron cuenta de que no aplicaba una sanción al local o sanción de oficio. Vamos a seguir con la línea del autocuidado y que la gente use mascarilla en todo momento. No somos un clandestino ni estamos haciendo nada por sobre la ley, todo lo que teníamos para funcionar de forma legal lo hicimos llegar».
Finalmente, el dueño del Club K habló respecto a la nueva normalidad en estos tiempos de covid-19 y toque de queda.
«Tenemos que aprender a convivir con esto. Tengo también un restobar y la gente sabe que hay un toque de queda a las 22 hrs, así q estaban ya a las 6 de la tarde para aprovechar el rato disponible. La gente se ha acostumbrado», concluyó.