Han sido días bastante duros para Britney Spears, sin embargo, también han tenido piscas de libertad.

Esto porque, tras más de una década de silencio, la princesa del pop pudo sacar la voz ante la justicia para reclamar su tutela, la que se encuentra en manos del enemigo público número 1 de la humanidad: Su padre James Parnell Spears… ¡BUUUUUU, FUERA!

Lo bueno para Britney Spears es que, tras esos agitados y mediáticos días, tomó la sabia decisión de irse a Hawái junto a su pareja, Sam Asghari, con tal de conseguir un poquito de paz, calma y romance.

El viaje ocurrió el jueves pasado a bordo de su avión privado. Pese a que la cantante de “Baby One More Time” no compartió registro alguno de esta actividad, su pareja sí lo hizo por medio de las redes sociales.

Dicho posteo  consiguió más decenas de miles de corazoncitos y muchos más comentarios, donde casi el 100 por ciento eran palabras de apoyo para ambos, pero especialmente para la afectada princesa.

Después de estas palabras te mereces todo en el universo, Britney

El miércoles pasado, comenzó el juicio donde Britney por primera vez puso sacar la voz de manera pública y legal para pedir el fin del control que tiene su padre sobre ella.

Entre las declaraciones que más impacto generó estaban que la «han obligado a decirle al mundo de que soy feliz… Es mentira. Esas personas merecen estar en la cárcel».

“Ni siquiera bebo alcohol. Debería beber alcohol por lo que le han hecho a mi corazón», -«Tengo un DIU en mi cuerpo en este momento que no me deja tener un bebé y mis conservadores no me dejan ir al médico para quitármelo» y -«Simplemente quiero ser dueña de mi vida» fueron parte de las palabras que hicieron que la campaña «Free Britney» alzara con más fuerzas sus banderas de lucha.