La icónica película animada «Shrek» cumple 20 años desde que llegó a las pantallas en las salas de Estados Unidos, para luego lanzarse globalmente en junio. Mientras que muchos celebramos sus dos décadas de aniversario, otros simplemente se van en contra del filme de DreamWorks, tildándolo de “poco gracioso y sobrevalorado”. ¡OMG! ¿Acaso hay gente que lo odia?
Hoy se cumplen 20 años del estreno de Shrek, un buen pretexto para saber ¿cuál es su momento favorito? Los leo. 🤓 pic.twitter.com/mUyqR33eHw
— Netflix Latinoamérica (@NetflixLAT) May 18, 2021
Estas fueron las duras palabras que escribió el crítico Scott Tobias al medio The Guardian: «Shrek es una película terrible. No es graciosa. Luce horrible. Influiría en muchas comedias animadas hechas por computadora poco divertidas y de aspecto horrible que copiaron su fórmula de autorreferencia simplista y sentimentalismo empalagoso y dulce», dijo. ¡Realmente odia al ogro!
Luego, añadió: «Tres de esas terribles películas fueron secuelas de Shrek y una fue un spin-off con una secuela en proceso. La maldición ha aflojado pero no ha desaparecido».
Asimismo, Tobias cuestiona los méritos del filme animado y critica en particular el supuesto «desequilibrio» de la película al darle un giro a los cuentos de hadas. Esto ya que tiene risas, pero al mismo tiempo cuenta con partes de emoción en la relación entre Shrek y Fiona.
«Hay un exceso de anacronismos y toques de buddy movies provenientes de (Mike) Myers y (Eddie) Murphy que tienen poca relación con el telón de fondo y una sensiblería por la historia de amor entre dos monstruos solitarios e incomprendidos», agrega.
Shrek: «Fomentó una actitud destructiva y sabelotodo»
El especialista señaló que “el elemento más curioso de Shrek es lo desinteresado que parece estar en el universo de cuento de hadas que crea”. Luego señaló que la cinta termina siendo más entretenida para adultos y jóvenes que para niños, los que “se quedan con bromas de pedos y la disminución desenfrenada de personajes e historias atemporales”.
“Fomentó una actitud destructiva y sabelotodo hacia los clásicos que provocó que cualquier compromiso serio con ellos pareciera una pérdida de tiempo. Aquellos ‘érase una vez’ ahora se volvieron pesados y aburridos, literalmente papel higiénico”, señaló Scott Tobias sobre la película.