Esta semana se estrena en Netflix el documental “Pray Away: La Cruz dentro del Clóset”, el cual examina los daños que generó la terapia de conversión a personas homosexuales así como también el movimiento religioso que la promovió.
Es el primer largometraje de la cineasta Kristine Stolakis y tuvo su debut el pasado junio en el Festival de Cine de Tribeca en el cual fue nominado como mejor documental.
PRAY AWAY releases next week on @Netflix! In this film, former leaders of the «pray the gay away» movement contend with the aftermath unleashed by their actions, while a survivor seeks healing and acceptance from more than a decade of trauma. pic.twitter.com/S205pZWs02
— Pray Away (@PrayAwayFilm) July 27, 2021
“Pray Away: La Cruz dentro del Clóset”
A través de testimonios se cuenta los efectos que tuvo la terapia de conversión realizada por la organización cristiana conocida como Exodus Intenacional.
Exodus Internacional surgió en la década de los 70 cuando cinco hombre que formaban parte de una conservadora evangélica, comenzaron un estudio de la Biblia con el fin de dejar un estilo de vida que consideraban negativo, por ser homosexuales.
Luego, descubrieron que existían más personas que sentían la misma culpa que ellos, de hecho, llegaron a recibir un poco más de 25 mil cartas solicitando ayuda. Por lo tanto decidieron formar su organización sin fines de lucro la cual tenía como objetivo ofrecer terapias de conversión a través de métodos controvertidos.
En aquella organización cientos de personas se vieron forzadas a participar de dichos métodos, los cuales estaban enfocados en generar culpa, sin entregar resultados reales.
El Fin de Exodus Internacional
En el documental se puede ver el ascenso al poder de Exodus Internacional así como su eventual caída, dejando a cientos de personas dañadas debido a que las obligaban a rechazar el hecho de ser homosexuales.
El fin de la organización llegó en el año 2012 luego de que el entonces presidente de Exodus, Alan Chambers, decidiera renunciar a la terapia de conversión al asegurar que no funcionaba y era dañina, decidiendo cerrar la organización al año siguiente y pedir disculpas por el daño ocasionado.
Cabe destacar que en el año 2006 contaban con más de 250 ministerios locales en Estados Unidos y Canadá, junto a más de 150 en otros países.
