<
Mario Casas El Inocente

Mario Casas y el éxito internacional de «El Inocente»: «Para la ficción española es algo muy bueno»

La serie de Netflix se ha transformado en una de las más vistas en nuestro país y en LOS40, conversamos con uno de sus protagonistas sobre esta historia.

Bien saben que las producciones españolas de Netflix nos vuelven locos y locas. Por lo mismo, el estreno de “El Inocente”, la nueva serie de Mario Casas, de la nada se transformó en un éxito único… De hecho, ¡ya se posiciona como la segunda serie más vista en el mundo!

La historia está dirigida por Orio Paulo (quien está detrás de «Contratiempo») y basada en la novela de Harlan Coben. Es un thriller donde nada es lo que parece y en el que cada episodio nos entrega un giro inesperado. La historia está centrada en la vida de Mateo Vidal (Mario Casas), quien acaba en la cárcel por un crimen involuntario.

Por lo mismo, era imposible dejar la oportunidad de que en LOS40 conversáramos con el mismísimo protagonista… ¡Y Martina Orrego lo hizo en #Página40!

Mario Casas y «El Inocente»: «Cuando uno trabaja en una serie, el ritmo es mucho más frenético»

¿Qué se siente ser el protagonista de una de las series más exitosas de este momento?

Protagonistas somos unos cuantos… Es verdad que se llama “El Inocente” y hace referencia a mi personaje, pero los que han podido ya disfrutar de la serie ven como en cada capítulo, casi podríamos decir, lo protagoniza un actor o una actriz. Así que somos unos cuantos los que hacemos posible en el acting esta serie.

Y al final gracias, sobre todo, a Oriol Paulo, que es el director, con el que también trabajé en “Contratiempo”. Gracias a él por querer volver a contar conmigo y ofrecerme este personaje. Para mí ha sido un honor el que me haya llamado de nuevo… Porque confío mucho en él. Creo que es uno de los directores con más talento dentro de nuestro país. Un gusto que haya querido contar conmigo para esta historia.

¿Cómo fue el proceso de trabajar el personaje de Mateo Vidal?

En sí era difícil, por cómo es la serie, por ese puzle en que hay que ir poniendo las piezas en cada capítulo… Y sobre todo porque hace cómplice al espectador, intentar descubrir o saber qué pasa realmente con cada personaje y con la historia en sí.

Pero tal vez, al principio, interpretar a un personaje que empieza con 24, 25 años, hasta la edad que tengo ahora, 34, era lo más complicado. Que quedase bien, es decir, volver 10 años atrás, trabajar esa inocencia, frescura, y volver a ser un chaval joven era complejo.

Y después, bueno, los cambios de la serie, sobre todo cuando llega a ese final, ¿no? El trabajar siempre con lo que sucede en la última secuencia para mí era lo más lo más importante, y lo que el personaje constantemente tiene en la mente y lo que le lleva constantemente al pasado y lo está persiguiendo, no salir de ahí y tener constantemente presente eso.

¿Cuánto desgaste emocional significó hacer este personaje tan intenso?

Mucho, y más una serie. Cuando uno trabaje en una serie el ritmo es mucho más frenético, a veces hay menos tiempo. Tienes que estar muy en el momento, tienes que estar muy listo, muy preparado, con el trabajo muy bien hecho porque al final no hay tiempo. Eso muchas veces es lo que marca un proyecto, el timing.

Alo mejor en una película tienes más tiempo, más meses de preparación, durante el rodaje se para un poquito más. Y en este caso, pues, grabar ocho capítulos, un personaje sumergido en esa ambigüedad, en esa oscuridad, en ese pasado, hace que sea duro… Hace que, o estás ahí, o lo estás viviendo, o te quedas atrás. Sobre todo por la duración y los timings y en los tempos, era muy intenso.

¿Te imaginaste la repercusión y el éxito que iba a tener “El Inocente”?

No es ponerse en el peor lugar, pero uno intenta ir con pies de plomo y no decir “va a funcionar”. Uno al final piensa, “crucemos dedos y ojalá la serie funcione”, y esta ecuación que crea el director consiga atrapar al público. Y a veces no pasa, entonces uno es consciente de eso.

Con “El Inocente” sí pasa, que te atrapa y quieres saber más y quieres ver los capítulos. Y creo que además el boca a oreja ha sido bueno, la gente se engancha. Son nada más ocho capítulos eso hace también que te la acabes de un tirón. Pero uno no piensa… Uno al final se va al otro lugar y prefiero sorprenderme y que de repente te digan “oye, está funcionando, no sólo en España si no fuera”. Y qué gusto.

Ya no es sólo por mí, al final es por la producción española que está trabajando para una plataforma que se puede ver en el mundo entero. Y que suceda, que haya en muchos países, que la gente la esté siguiendo. Para la ficción española es algo muy bueno, es lo más importante para nosotros.

¿Hay alguno de los 8 capítulos que sea tu favorito en especial?

Yo lo que viví en el último lo recordaré siempre porque cuando estábamos grabando lo que sucede en esa casa, paró el rodaje por la pandemia. Ya no es favorito pero lo recordaré el resto de mi vida, me marcó mucho… Me marcó que en el momento que todo se paró y el mundo se puso en pause, estaba justo en escena. Estábamos trabajando esa noche, era toda una semana de rodaje de noche y vinieron y nos dijeron que nos teníamos que ir para casa.

Todos los que estuvimos en ese instante lo recordaremos para siempre. Entonces justo ese capítulo, cuando lo vi, fue lo primero que me vino, entonces por eso, recordaré siempre el último capítulo de “El Inocente”.

Mario Casas y la opción de otro desarrollo de «El Inocente»

¿Te hubiera gustado que “El Inocente” pudiera tener una segunda temporada?

Sí, sí… Al final yo sabía, es una novela de Harlan Coben, yo sabía que eran ocho capítulos y ya. Yo soy muy partidario, tanto a la hora de interpretar como de espectador, este tipo de mini series. Son las que más me gustan y que más disfruto a la hora de ver. Pero sí, si la serie además funciona, al público le ha gustado, uno dice “oye, a lo mejor una más…” A lo mejor sí me haría, ¿no?

Y saber pues eso, que al final volver a trabaja con alguien a quien aprecio mucho que es Oriol Paulo que es el director, sobre todo por eso. Volver con Netflix también… Una más sí podría… De repente te ofrecen y sí uno podría hacer.

Siempre suelo ser un poco más reacio a series un poco más largas, porque al final pueden ser proyectos maravillosos pero sí te quitan mucho tiempo. Al final son series largas, son series que son muchos meses de preparación y después de grabar, entonces al final pierdes la posibilidad de hacer otros proyectos, de hacer cine que a mí también me fascina. Pero una segunda yo diría que sí.

¿Y un spin-off?

Creo que lo bonito también es eso, es que sea una serie cerrada. Creo que también lo interesante de “El Inocente” es eso, que son ocho capítulos.


Contenido patrocinado